El Ministerio de Transición Ecológica, a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar, participará en el proyecto de regeneración del barrio de Cantereria de Ontinyent con la creación de un parque fluvial inundable en ambos márgenes del río Clariano a su paso por esta zona del casco urbano de la capital de la Vall d’Albaida. La obra, de la que se encargará y sufragará íntegramente la CHJ, contará con un presupuesto aproximado de 600.000 euros, según el mismo organismo.

El proyecto incluye trabajos de adecuación del terreno del margen izquierdo del Clariano, en el que se construirán itinerarios peatonales y ciclistas y se plantarán especies vegetales de ribera; en la orilla opuesta, se prevé acondicionar el terreno para proteger el Molí Descals. Ambos márgenes del río quedarán unidos mediante una vía peatonal proyectada de forma que no suponga una barrera para el estancamiento de las aguas del río.

La junta de gobierno del consistorio ontinyentí aprobará hoy las bases de colaboración entre el ayuntamiento y la CHJ, y a continuación el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, y el presidente de la Confederación, Manuel alcalde, firmarán el protocolo de colaboración de ambas administraciones, que dará luz verde para que la entidad pueda iniciar ya el proceso de redacción del proyecto. Según trasladan, además de la cesión de los terrenos, el Ayuntamiento de Ontinyent también se compromete a encargarse del mantenimiento y conservación del parque, una vez las obras hayan concluido.

Desde el consistorio ontinyentí han trasladado su “satisfacción” por esta noticia, que materializa el apoyo del Gobierno al proyecto de Cantereria. La titular del Ministerio de Transición Ecológica, Teresa Ribera, alabó la actuación en una comparecencia en el Congreso, tras lo que Jorge Rodríguez le remitió una carta para invitar al Gobierno a participar en la obra. El proyecto macro de Cantereria, firmado por la Conselleria de Vivenda i Arquitectura Bioclimática y el Ayuntamiento de Ontinyent el pasado mes de septiembre, cuenta con un presupuesto superior a los tres millones de euros para la compra y derribo de 44 viviendas del barrio, una zona muy afectada en cada inundación, y la reconversión de la zona en un parque inundable.