Como si de un episodio de CSI se tratase, la Policía Local de Xàtiva contará con el apoyo de la búsqueda por ADN en el caso de maltrato animal contra la perra que fue encontrada hace unos días en un basurero de Bixquert, un suceso del que se hizo eco este diario. El laboratorio ADN Canino, encargado del censo de mascotas de Xàtiva pensado para controlar los excrementos de las calles, se ha ofrecido al ayuntamiento para investigar si el animal estaba registrado en su base de datos. Una muestra de la perra ya ha viajado al laboratorio para que le sea extraído el código genético; en dos semanas se sabrá si hace match con alguno de los animales registrados, con lo que se obtendrían los datos del propietario de la perra para ser puestos a disposición de la Policía Local.

Alrededor de 3500 canes están registrados en la base de datos de Xàtiva. Desde ADN Canino asumen que la probabilidad de que el can esté censado en la base de datos de Xàtiva es baja, aunque existe. Con todo, la importancia del caso radica en el hito: es la primera vez que se va a utilizar en España tecnología de ADN para esclarecer la muerte de una mascota. Puede que sea la única vía para hacer justicia en historias como esta: tal y como ya reseñó Levante-EMV, la perrita abandonada no llevaba chip. «Suele ser lo habitual, que no tengan o que se le quite ante barbaridades así», explicaba Enrique Perigüell, CEO del laboratorio ADN Canino. El registro genético, por contra, es definitivo: mascotas y propietarios quedan indisolublemente asociados.

Así, las posibilidades de éxito de este nuevo método irán creciendo a medida que aumente el censo de perros con el ADN registrado. «Puede llegar un punto en que se podrá localizar a un animal haciendo estadísticas de parentesco, si sus progenitores están registrados», ejemplificaba Perigüell sobre el alcance del servicio. A las mascotas registradas en Xàtiva, ahora el laboratorio quiere añadir los cachorros abandonados; Perigüell tiene una reunión pendiente con la protectora SPAX con este fin de seguir aumentando el registro genético de Xàtiva y, con ello, el control sobre la población canina. Un servicio que puede ayudar no solo a controlar los excrementos de las calles: también a perseguir el maltrato anumal.