El Ontinyent 1931 CF ha denunciado y condenado la agresión que sufrió uno de sus técnicos en el partido del equipo juvenil de 1ª Regional Juvenil ante el Carlet EMF, el pasado sábado en el estadio El Clariano de Ontinyent. Según relatan desde la entidad deportiva ontinyentina, el técnico se encontraba atendiendo a un jugador de su equipo que había quedado tendido en el terreno del juego. Un jugador del conjunto visitante, del Carlet, que había sido expulsado antes, regresó al campo y agredió al técnico, según relatan desde el club de la Vall, que indican que el técnico agredido cayó al suelo y quedó inconsciente durante unos instantes. Otros integrantes del equipo ontinyentí ayudaron al agredido a recuperarse, pero el mareo sufrido por el golpe persistía y tuvo que ser trasladado al hospital para recibir atención médica, exponen. Tras la pertinente revisión en el centro hospitalario, necesitó de collarín. Desde el Ontinyent 1931 explican que el técnico agredido aún tiene molestias «pero evoluciona favorablemente».
A consecuencia de la agresión, que tuvo lugar poco después de que los de Vall d’Albaida marcaran el 2-1 (minuto 76 de partido), el juego se detuvo unos minutos y el árbitro solicitó la presencia de la Policía Nacional.
Piden medidas contra el agresor
La junta directiva del Ontinyent 1931 CF y el club ha condenado y lamentado «todas las formas de violencia, como algunas peleas previas y posteriores a este hecho, pero en especial la que hizo peligrar la integridad de una persona que se encontraba sobre el terreno de juego realizando su trabajo», señalan en un comunicado. El club, que califica de «totalmente condenable» la agresión, espera que los organismos pertinentes evalúen el acta del colegiado y tomen «las medidas necesarias y que, en todo caso, este tipo de actos no se vuelva a repetir», afirman desde el club.
El juvenil del Ontinyent 1931 CF, que dirigen Kiko Ferrero y Juanma Bas, ganó 2-1 al Carlet EMF, con goles de Joan Ribera y Jordi Belda, que remontaban un primer gol anotado por los de la Ribera en la primera parte del encuentro. Un resultado que, según el club ontinyentí, «queda totalmente en segundo plano» tras la agresión ocurrida en el campo.
