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Empeoran los desperfectos en el retablo de Sant Feliu tras 6 años sin soluciones

El consistorio pidió una intervención a Patrimonio pero no han tenido respuesta

Estado de la tabla superior del retablo, en una foto de ayer | PERALES IBORRA

La obra de arte de época gótica más grande de Xàtiva, con más de quinientos años de antigüedad, sigue empeorando su estado. Se trata del retablo de Sant Feliu, que luce en la ermita visigótica del mismo nombre, en la zona de la Costa del Castell como una de las mayores joyas del patrimonio setabense. En 2015, tal y como informó entonces este diario, aparecieron veladuras blancas en la tabla de Cristo crucificado, en la parte superior del retablo. Seis años después, sin que se haya realizado ninguna actuación de reparación sobre la pieza, la misma tabla se ha desmejorado aún más, con manchas de gran tamaño que ya llegan incluso a las tablas laterales junto al Cristo.

La preocupante evolución de los daños en el retablo lleva a varios especialistas en patrimonio artístico de la ciudad a reclamar «un análisis urgente, para que los desperfectos no vayan a más», tal y como declaró uno de ellos al ser consultado por este periódico. Por parte del consistorio de Xàtiva ya se tramitó, en 2015, una solicitud ante la dirección general de Patrimonio de la Generalitat Valencina para que se interviniese sobre la tabla dañada. Técnicos del gobierno autonómico llegaron a personarse en Xàtiva para comprobar el estado del retablo y aseveraron que era necesaria una restauración, pero no ha habido ninguna comunicación más. Ello a pesar de que el retablo forma parte de la colección museográfica de la Generalitat, por lo que debe regirse por los mismos parámetros de vigilancia que el resto de piezas expuestas en la red de museos del gobierno autonómico.

El abad de Xàtiva, José Canet, criticaba ayer que Patrimoni hubiese «declarado la necesidad de restaurar» la pieza, pero que «después ya no se haya preocupado». Confirmaba, además, que los daños por las manchas blancas detectadas en 2015 han empeorado con el paso de los años, y dudaba que hayan sido causados por la falta de ventilación, tal y como señalaron —aseguraba el abad— los técnicos de Patrimonio cuando visitaron la ermita: «No puede ser cierto, hay ventanas abiertas casi siempre. Es una iglesia que no tiene culto habitualmente, no puede estar cerrada», valoraba Canet. Los especialistas en arte consultados por este diario tampoco se lanzaban a señalar alguna posibilidad sobre la causa del extraño moho blanco que ensucia la pieza.

Ambas voces, en cualquier caso, reclaman una intervención urgente sobre la pieza, de un valor patrimonial indiscutible tanto por su antigüedad como por su tamaño. No obstante, tendrá que seguir esperando a alguna actuación por parte de la administración autonómica valenciana.

Restaurado por 300.000 € hace casi veinte años

El retablo de Sant Feliu fue desmontado de su emplazamiento en el año 1998, debido a su preocupante estado de deterioro, y con la finalidad de someterlo a una profunda restauración. El proceso fue polémico, ya que varios años después de su retirada las piezas seguían embaladas en cajas y envoltorios de plástico en la Seu de Xàtiva. Finalmente, la Generalitat emprendió la recuperación del retablo en 2003. Tras veinte meses de trabajo —lo que duró el proceso de restauración, que se llevó a cabo en la misma ermita de Sant Feliu—, la pieza viajó a València para ser presentada en una exposición, y luego volvió a Xàtiva para ser recolocada en la pared central de la ermita. El coste de la restauración se acercó a los 300.000 €.

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