La primera vez que el gran icono de Moixent protagonizó una escapada a su localidad natal lo hizo envuelto en un delicadísimo embalaje especial y a bordo de un furgón blindado. Corría el año 2006 y se conmemoraba el 75 aniversario del hallazgo. Dieciséis años después, la cuna del Guerrer aguarda con impaciencia su regreso, inmersa ya en los preparativos para recibirlo por todo lo alto.
Sucederá en enero, cuando esta pequeña joya de bronce fundido de 7,3 centímetros de altura -localizada en 1931 en el poblado íbero de la Bastida de les Alcusses- desembarcará de nuevo en Moixent, el primer municipio al que se trasladará la exposición «Arqueología de un icono. El Guerrer de Moixent en el tiempo», inaugurada el jueves en el Palau dels Scala de la Diputación de Valencia. Una vez acabe la muestra en el edificio de la plaza Manises, el Guerrer dejará València para embarcarse rumbo al lugar donde fue rescatado hace ya 90 años.
«Nos comentaron la posibilidad de retrasar el evento a 2023, pero no le veíamos sentido, porque lo ideal es mover la muestra de un lado a otro. Estaremos fuera del 90 aniversario, pero queríamos que tuviera continuidad», subraya el alcalde de Moixent, Guillermo Jorques. A falta aún de perfilar los detalles, el consistorio ya tiene previsto un espacio adquirido recientemente para albergar los 250 metros cuadrados que ocupa la exposición, una vez se ejecuten los correspondientes trabajos de adecuación. Aunque desconoce aún cuánto tiempo se quedará el Guerrer en Moixent por los condicionantes de seguridad y conservación que obligan a extremar los controles y limitan mucho el hospedaje de la pieza fuera de su hogar natural, Jorques confía en que la muestra pueda prolongarse al menos durante unos días.
El alcalde se muestra «muy agradecido» por el hecho de que la diputación haya aceptado las peticiones del ayuntamiento para dar cobijo a la escultura, tan pequeña y a la vez tan valiosa y simbólica para la población de la Costera.
Formato interactivo y moderno
Diseñada con un discurso sencillo y divulgativo, dirigido a todos los públicos, y con una estética museográfica moderna que utiliza un formato interactivo y el audiovisual para reforzar la estrecha relación entre pasado y presente, «Arqueología de un icono» se compone de un total de 44 piezas, entre las que se incluyen materiales arqueológicos, documentos y objetos contemporáneos particulares. Es la primera vez que se trata de manera monográfica el importante hallazgo del Guerrer y su influencia en la sociedad valenciana.
Un viaje en el tiempo por el emblemático proyecto arqueológico de La Bastida de les Alcusses -el buque insignia de las excavaciones arqueológicas de la diputación- que contiene cuatro módulos interactivos para alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato encaminados a poner en valor la relevancia del Guerrer desde sus orígenes.
