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Los veinte años del Gran Teatre de Xàtiva

El complejo setabense se inauguró el 10 de octubre de 2001 con un musical de Grease y durante siete días fue visitado por 5.635 vecinos

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El Gran Teatre de Xàtiva celebra 20 años: una mirada a los intérpretes que lo han visitado Fotos: Perales Iborra / Archivo

El 10 de octubre de 2001 abrió sus puertas de forma oficial, con una representación teatral de la película «Grease». Durante siete días consecutivos, 5.635 vecinos disfrutaron de las sesiones sufragadas con fondos municipales. El Gran Teatre es hoy uno de los iconos culturales del municipio. Durante veinte años ha albergado todo tipo de espectáculos y encuentros sociales.

Los veinte años del Gran Teatre de Xàtiva | PERALES IBORRA

Su construcción se presupuestó en 750 millones de pesetas. Sin embargo, algunas voces apuntan a que el montante final dobló dicha cantidad. Una de ellas es la de Josep Sanchís, exdirector del Gran Teatre y de la Casa de la Cultura: «Era una práctica habitual durante esos años. Se aprobaba un proyecto y luego se añadían modificaciones que elevaban el coste final. No se hacía solo en Xàtiva, era común en toda España».

Los veinte años del Gran Teatre de Xàtiva

Sanchis vivió los primeros tiempos de la infraestructura y recuerda el anterior Gran Teatre, ubicado en el carrer Sant Doménec, que dejó de funcionar en 1986: «Muchos vecinos que entraron por primera vez en el nuevo se sintieron algo decepcionados porque no tenía nada que ver con el original». Entre el cierre del anterior y el actual complejo, Xàtiva se quedó durante quince años sin un espacio escénico de referencia: «Se alquilaron cines, se utilizaron instalaciones deportivas... no era lo mismo», expuso Sanchis.

Los veinte años del Gran Teatre de Xàtiva

En octubre del año 2001 la situación cambió. El arquitecto Gerardo Ayala fue el responsable del proyecto. «Hubo dos reuniones. Primero se filtraron las mejores propuestas. Y luego nos escogieron». «Cuando vi la primera vez el lugar me pareció un emplazamiento perfecto, con un desnivel ideal para un teatro», apostilló.

Desde el inicio, dos son los «peros» que se le atribuyen al diseño. El escaso espacio entre butacas y filas y la poca optimización del sistema de climatización. La sala cerrada en 1986 tenía capacidad para 450 personas. El nuevo Gran Teatre nació con un aforo de 806 espectadores. Los problemas de visualización acortaron la cifra hasta los 765.

«El ayuntamiento nos pidió un número de butacas en un espacio cerrado y hubo que apretarlas», comentó Ayala. Josep Martínez tambíen abordó el tema: «Se sacrificó la comodidad. Y eso que se quitaron las butacas que no tenían visibilidad. A su vez, el sistema de canalización del aire trabaja desde el techo cuando tendría que hacerlo desde el escenario para estar optimizado. Si eres muy alto o corpulento, no estás del todo cómodo», apostilló.

En el otro lado de la balanza descansan las dimensiones del escenario y las dependencias para los artistas: «Todos las han destacado. La Cubana vio lo que medía y dijeron que aquí si actuaban, les encantó. En este caso se hicieron muy bien las cosas», apuntó Martínez. Raimon, Pep Gimeno «el botifarra», Bunbury, Miguel Ríos, Albert Plà, Jaime Urrrutia, Los Secretos... la lista de músicos que ha visitado las instalaciones es casi interminable. También ha acogido representaciones como «Las Bodas de Figaro» o «el Lago de los Cisnes», además de presentaciones de Fallas o eventos organizados por asociaciones de Xàtiva.

El consistorio destina anualmente una partida 250.000 euros del presupuesto municipal a su funcionamiento. Armando Vila es el actual programador del Gran Teatre. Relevó a Josep Sanchís en 2007. Ayer reconoció que los problemas de las butacas y el sistema de frío/calor son estructurales: «Lo de las butacas pasa desde el primer día, procede del proyecto original. Tampoco podemos obviar que muchos edificios de grandes dimensiones tienen a veces fallos en sus sistemas de climatización». «Lo que está claro es que el Gran Teatre ha sido, es y será un contenedor cultural para Xàtiva, que puede acoger todo tipo de actividades», argumentó.

María Beltrán es la concejal responsable de la gestión del Gran Teatre. Esta semana participó en la presentación de los actos programados por la efeméride. Una exposición, un libro que recopila la historia del complejo escrito por el periodista Tino Garzó y una gala —entre otras iniciativas— conmemorarán el aniversario. «Es un espacio cultural, pero también un edificio que usa mucho el tejido asociativo y eso es muy importante», apostilló.

veinte años de historia. El Gran Teatre ha acogido montajes de todo tipo. 1 Concierto de Raimon. 2 Representación de «El lago de los cisnes» 3 Filas llenas de gente en 2018. F

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