Una cumbre a tres bandas decidirá hoy el futuro de las dos inversiones financiadas por la Conselleria de Vivienda y presupuestadas en 4,6 millones de euros que permanecen bloqueadas en Ontinyent desde hace meses a la espera del visto bueno de la dirección general de Patrimonio. La sede de este departamento de la Generalitat, emplazada en el monasterio de San Miguel de los Reyes, es el lugar escogido para un encuentro en el que estarán presentes la máxima responsable de Patrimonio, Carmen Amoraga, el director general de Calidad, Rehabilitación y Eficiencia Energética de la Conselleria de Vivienda, Alberto Rubio, el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez y el regidor de Territorio de esta localidad, Joan Sanchis, junto a técnicos municipales.
El consistorio acude a la cita -que había sido solicitada de forma urgente por la propia corporación- con la esperanza de alcanzar un entendimiento y que las apreciaciones y rectificaciones requeridas por los técnicos de Patrimonio sean mínimas para desatascar cuanto antes las dos ambiciosas actuaciones urbanísticas pendientes en el municipio: la transformación del barrio de Cantereria -tras los destrozos de la DANA de 2019- en un parque inundable (con un presupuesto de 1,6 millones de euros) y el convenio con la Generalitat para la regeneración y revitalización del barrio histórico de la Vila, pendiente de materializarse desde hace 11 años y valorado en 3 millones.
Aunque se trata de dos iniciativas vitales en la hoja de ruta del gobierno municipal de Ontinyent, no es menor el interés de la Conselleria de Vivienda por desbloquearlas. Prueba de ello es que el director general de Rehabilitación se ha implicado activamente en intentar acercar posturas con Patrimonio para conseguir las autorizaciones pertinentes.
Vivienda ha dado mucha visibilidad a ambos proyectos desde la etapa de Rubén Martínez Dalmau como titular de la conselleria y ya ha ingresado al Auntamiento de Ontinyent un total de 750.000 euros para financiarlos bajo el compromiso de intentar acelerar su ejecución en la medida de lo posible.
Lo que preocupa especialmente en el consistorio el peligro de que la localidad pueda perder la ayuda europea obtenida a través del programa Edusi para la reconversión del barrio de Cantereria después de reubicar a los vecinos como consecuencia de las inundaciones de hace dos años. La inversión está en punto muerto desde que, en verano, Patrimonio cuestionó el impacto de las obras sobre diversos elementos históricos del entorno y pidió más información a la corporación municipal, que a su vez contestó descartando afecciones negativas tanto en el antiguo lavadero como en el matadero del siglo XIX.
Obras hasta 2025
Respecto al convenio de revitalización de la Vila, Ontinyent también aguarda al informe favorable del departamento autonómico para ajustar el planeamiento urbanístico municipal y completar el inicio del procedimiento de contratación de los trabajos, que contemplan la construcción de 12 viviendas y la regeneración de espacios. El proyecto incluye expropiaciones y adquisiciones de inmuebles, por lo que se prevé que su ejecución se pueda alargar al menos hasta 2025. La premura del consistorio para comenzar cuanto antes los trabajos surge de la necesidad de dar una respuesta rápida al estado de deterioro del casco histórico, acentuado tras los últimos derrumbes.
El consistorio pide que se atiendan sus informes técnicos
El Ayuntamiento de Ontinyent acude a la reunión de hoy en el convento de San Miguel de los Reyes con el objetivo de desatascar dos proyectos clave de la legislatura. Fuentes municipales confían en que Patrimonio acabe atendiendo los criterios técnicos del consistorio ante los requerimientos recibidos, apelando a las inversiones millonarias respetuosas con el patrimonio municipal que han ido ejecutándose en los últimos años y que, según apuntan desde el consistorio, demuestran un «bagaje cuidadoso» con el legado histórico y cultural de la ciudad.
