El ayuntamiento setabense clausurará en breve una rehala (jauría o agrupación de perros de caza mayor), ilegal emplazada en las antiguas instalaciones de la Papelera de San Jorge. Según ha podido confirmar este diario, agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil visitaron el lugar tras recibir un aviso y formalizaron una denuncia oficial ante lo que hallaron a finales de octubre. El consistorio envió entonces a los técnicos municipales para redactar un informe propio y dar cuenta de lo que acontecía en las instalaciones.
A su vez, desde el ayuntamiento también se pusieron en contacto con el responsable de la rehala ilegal el pasado 12 de noviembre, a través de un requerimiento oficial. Disponía de un plazo de 15 días para explicarse, pero no ha habido contestación.
Por ello, el consistorio setabense ha decidido clausurar el lugar, dado el mal estado en el que se hallan los animales. Luego, también llegará el momento de depurar responsabilidades, con la más que probable presentación de una querella por maltrato animal contra el responsable.
El vídeo corrió ayer como la pólvora por las principales redes sociales. No son imágenes agradables. Están localizadas al mediodía, en Xàtiva. Una quincena de perros, quizás algunos más, se encuentran en unas instalaciones abandonadas. Sin cuidadores, a su suerte. Todos los ejemplares adultos están encadenados. Ladran desde la distancia a la cámara. Los cachorros vagan libres. Juegan, corretean... ajenos a lo que ocurre. En el techo hay agujeros de notables dimensiones, por donde se filtrará la lluvia. Las dependencias están a rebosar de trastos y suciedad.
Las instalaciones de la antigua papelera de San Jorge se encuentran actualmente en manos de la Sareb, también conocida como el «banco malo». En su momento, fueron adquiridas por una empresa del sector papelero emplazada en Portugal. Tiempo después, se llegó a proyectar un desarrollo inmobiliario propio. Un castillo de naipes que se derrumbó con el crack inmobiliario.
Ahora, todo apunta a que las dependencias carecen de actividad continuada y que han sido utilizadas para esconder a los animales sin permisos ni autorizaciones legales.
Actividades cinegéticas
Las sospechas iniciales se centran en que el responsable de la rehala ilegal situada en la capital de la Costera ha vendido —o alquilado— a los canes para actividades cinegéticas durante algún tiempo. Se ha lucrado con ello. Fuentes del ayuntamiento setabense confirmaron ayer que ya han realizado gestiones con las protectoras Spax (Xàtiva) y Ada (Canals) para acoger a los animales una vez se cierren las instalaciones y los ejemplares puedan ser trasladados con total seguridad.
El objetivo es que los perros puedan ser cuidados como «se merecen». Ojalá sea así.