Cada fenómeno natural de cierta relevancia que ha sacudido a Aielo de Malferit en los últimos años ha dejado su funesta huella en la antigua alcoholera del siglo XIX, y la borrasca Celia no ha sido una excepción. Las intensas lluvias de los últimos días han causado estragos en un edificio de gran relevancia histórica para la localidad que ha sufrido el desmoronamiento de una parte considerable de su fachada y de su cubierta. Los graves desperfectos se producen cuando el Ayuntamiento de Aielo estaba en vías de dar luz verde a la intervención urgente que tenía programada desde hace tiempo para consolidar y estabilizar la estructura del inmueble, el primer paso de un proyecto más ambicioso con el objetivo de transformarlo en un complejo destinado a albergar actividades municipales.
Testigo de la floreciente industria licorera que puso a Aielo en el mapa internacional en su época de máximo esplendor, la alcoholera fue adquirida por el consistorio en enero de 2021 con un desembolso de 180.000 euros, 13 años después del acuerdo inicial de venta firmado por la anterior corporación municipal con los antiguos dueños, que había quedado en punto muerto. Desde el primer momento, la intención del equipo de gobierno ha sido intervenir cuanto antes para salvaguardar la histórica chimenea y el resto de la edificación, en peligro de desaparecer por su mal estado de conservación. Sin embargo, el alcalde de Aielo de Malferit, Juan Rafael Espí, lamenta que la lentitud de los trámites administrativos ha ido retrasando los planes municipales. Primero tuvo que escriturarse la construcción y, más adelante, se adjudicó el proyecto de estabilización, ya acabado. Espí subraya que el consistorio tenía claro que podían producirse nuevos derrumbes de relieve en caso de un temporal como el que azota al territorio desde hace días. Por eso se intentó acelerar al máximo la actuación, pero, aún así, no ha dado tiempo a iniciarla antes de la llegada de Celia. «Lo que ha pasado es el resultado de 12 años de falta de mantenimiento», asegura el alcalde.
El resto del edificio, en riesgo
Un vecino de Aielo que reside cerca de la alcoholera indica a este diario que en la zona se escuchó un fuerte estruendo durante la noche del miércoles que le sobresaltó. Aunque el edificio se encuentra en las proximidades de un parque infantil y de un «skatepark», en el momento del derrumbe no había nadie en las inmediaciones y no hubo que lamentar daños personales
La fachada de la alcoholera -declarada Bien de Relevancia Local (BRL)- ya presentaba un importante boquete fruto de anteriores inclemencias meteorológicas, que ha acabado ensanchándose con las últimas lluvias. La situación en la que han quedado el resto de elementos de la estructura, llena de grietas, apuntan a la probabilidad de nuevos desprendimientos. Tras el terremoto que se registró en la localidad en 2020 ya se detectaron nuevos desperfectos y cómo la chimenea comenzaba a resquebrajarse. En junio de 2021, el consistorio anunció la necesidad de actuar de urgencia, a poder ser antes de acabar el verano, dada la preocupación por el empeoramiento del estado de la antigua fábrica de alcohol levantada en 1895.
El antiguo complejo sin uso se encuentra vallado perimetralmente para evitar que los derrumbes puedan poner en peligro a los viandantes. En un futuro, el ayuntamiento pretende rehabilitar el inmueble para albergar en su seno diferentes usos municipales, como un museo etnológico, una sala de conferencias o un espacio de reunión para las asociaciones del municipio.
