La creciente demanda experimentada por el sector de las piscinas durante la época de las restricciones sanitarias se ha traducido en un incremento considerable de estas instalaciones en viviendas residenciales privadas. La última estadística aireada por la Dirección General de Catastro contabiliza en 2022 un total de 10.986 piscinas al aire libre legalizadas en los 61 municipios que conforman el área geográfica de la Costera, la Canal y la Vall d’Albaida. Son una media de 7 piletas por cada 100 habitantes y medio millar más de las que se registraban hace solo dos años, a raíz de un incremento del 5 % desde 2020.
Con el intenso calor que ha azotado este verano a las tres comarcas, disponer de una piscina ha sido una bendición para muchas familias y probablemente también contribuya a seguir engrosando el número de construcciones de cara al año que viene. Pero, por lo pronto, no en todas las localidades existe el mismo furor por estas construcciones ni son idénticas las oportunidades que tienen los vecinos para contar con una. Una de las poblaciones que más destaca es El Genovés, donde hay una piscina por cada cuatro viviendas y por cada ocho habitantes. El recuento de Catastro cifra en 351 las piletas existentes en los 1.414 inmuebles de tipología urbana que tiene el municipio de la Costera, el 24,47% de los cuales dispone de instalaciones para darse un baño.
Pero si se atiende a las cifras de vecinos empadronados, la localidad que se lleva la palma es Terrateig (la Vall d’Albaida), donde hay una piscina (45 en total) por cada seis habitantes censados (276 en total) y por cada cinco viviendas. L’Olleria es, en cambio, el municipio en el que más se ha incrementado el volumen de piletas construidas y legalizadas en los dos últimos años. Si en 2020 las estadísticas catastrales dejaban constancia de la presencia de 507 piscinas en esta localidad, en 2022 ese número se ha disparado un 44%, hasta las 727 en funcionamiento, una por cada once residentes.
Barxeta, Enguera y Vallada en lo alto
Por detrás del Genovés y Terrateig, en Barxeta hay una piscina por cada ocho habitantes, con un total de 208 para una población de 1.604 vecinos. Le siguen de cerca los municipios de Enguera, Vallada, Rugat y Carrícola, donde prácticamente hay una pileta por cada ocho habitantes, según los datos oficiales. En Bocairent (con 416 instalaciones), Agullent (con 232) Rotglà (con 119), Benissuera (19), Chella (243), Benicolet (59), Vallés (con 16) y Novetlè (87) hay una por cada diez vecinos, mientras que Moixent y Montesa tienen una por cada once y en Canals (con 836), Benigànim (con 360), Quatretonda (con 141), Anna (171), Bolbaite (82), Navarrés (220), Llocnou (55) y Llanera (65) salen a una por cada 15 habitantes.
En la parte contraria de la clasificación, Beniatjar, Otos, Ràfol de Salem, Castelló de Rugat y Millares apenas cuentan con una piscina por cada cien habitantes, con dos, tres y cuatro instalaciones respectivamente. También están en lo más bajo Albaida (con 291), la Llosa de Ranes (con 148) Cerdà (con 5), la Font de la Figuera (con 47), Bicorp (con 21), (con 23) o Montaverner (con 37), que tienen una por cada 20 o 25 habitantes. Catastro pasa inspecciones periódicas en los municipios para comprobar si existen construcciones no legalizadas —que se suman a aquellas ejecutadas con licencia municipal— y así los datos se van ajustando a la realidad.
Desde una óptica general, Ontinyent es la localidad de la Costera, la Canal y la Vall d’Albaida con más piscinas en su término municipal: un total de 2.112, el equivalente a una por cada nueve habitantes empadronados. El 6 % de las viviendas de la capital de la Vall tienen una. En Xàtiva, que también cuenta con un importante diseminado de segundas residencias, los números no son tan elevados: según Catastro hay documentadas en esta ciudad 1.483 pilestas construidas, una por cada nueve habitantes y un 1,5 % más que hace dos años.
