Tesoros de interior en la provincia de València

Ubicado en un entorno natural de gran valor, Castelló de Rugat destaca por su industria alfarera que todavía mantiene vigente

La Ermita de Castelló de Rugat ofrece unas vistas privilegiadas a la comarca de la Vall d’Albaida.

La Ermita de Castelló de Rugat ofrece unas vistas privilegiadas a la comarca de la Vall d’Albaida. / ED

Situado a los pies del macizo del Benicadell, Castelló de Rugat es uno de los tesoros que oculta la comarca de la Vall d’Albaida. Conocida como la cuna de las jarras, este municipio constituye un espacio de convergencia entre diferentes culturas en el que los visitantes pueden encontrar una amplia variedad de propuestas.

Si bien, la mejor opción para conocer Castelló de Rugat es recorrer tranquilamente su núcleo urbano. En él, se puede apreciar el paso de la cultura musulmana en sus calles y edificios -de hecho, cuenta con el único ejemplo de mezquita de la época musulmana existente en la Comunitat Valenciana-, que contrasta con el esplendor del Palacio de los Borgia (la familia valenciana más conocida). Tras la conquista cristiana, la localidad crece desde la actual plaza de la Iglesia y, de forma más tardía, alrededor del Camino Real de Gandia y sus ramales hacia pueblos vecinos.

Si nos dejamos llevar por el entretejido urbano llegaremos a la calle de la Canyeta, que el vecindario ha convertido con cuidado y dedicación en un precioso jardín con macetas de flores cubierto de jazmineros.

En este punto, uno de los puntos más emblemáticos del patrimonio histórico de Castelló de Rugat es su lavadero, construido en el siglo XIX dentro de un edificio del siglo XVI magníficamente restaurado; sus paredes transportan al visitante a tiempos pasados en los que este ejercía como un espacio de convivencia, trabajo y conversaciones.

A orillas del lavadero, además de la característica torre de la antigua fábrica de alcohol, se encuentra la gran balsa de agua, anterior al año 1700. Utilizada todavía con fines agrícolas, es una de las imágenes icónicas del pueblo.

Un mirador privilegiado a la Vall d’Albaida

Desde la calle de la Ermita, ubicada en pleno centro histórico del municipio, los visitantes pueden disfrutar de un paseo delicioso en la subida por el calvario. Allí se ubica el Tossal de Sant Antoni, declarado Paraje Natural Municipal, que se ha convertido en un mirador privilegiado de la comarca de la Vall d’Albaida y de la cresta de sierras que forman el Benicadell, las Peñas Altas y la Carrasqueta.

Coronando la colina se encuentra la Ermita de Sant Antoni, otro de los lugares distintivos y más queridos de Castelló de Rugat; no en balde, esta acoge la popular Fiesta de las Cassoletes durante el mes de octubre. Construida a finales del siglo XVII, aunque restaurada hace unos años, se encuentra espléndidamente conservada.

Los alrededores de la ermita constituyen un delicioso atractivo para cualquier amante de la naturaleza y el paisaje. Desde allí empiezan dos rutas naturales señalizadas: la Ruta dels Barrancs, que recorre un área de unos 6 kilómetros entre frutales, olivos y huertas; y la Ruta de la Serra, cuyo itinerario entre paisajes rocosos se divide en tres rutas (Font Nova, Font del Estaca y Mirador del Águila).

Ambas son aptas para hacer a pie o en bicicleta. Además de disfrutar de la flora y la fauna locales, los visitantes encontrarán en ellas algunos testimonios etnológicos del pasado con restos arquitectónicos que corresponden a actividades ahora perdidas.

Cuna de las jarras

Sin embargo, si por algo es conocido Castelló de Rugat es por su arraigada industria alfarera, sostenida por las tierras arcillosas de su alrededor, que llegó a dar nombre al pueblo (Castelló de las Jarras).

Castelló de Rugat ha restaurado recientemente el horno de los Macenes.

Castelló de Rugat ha restaurado recientemente el horno de los Macenes. / ED

Todavía hoy está vigente la producción de jarras. Además, aquellos que quieran conocer más acerca de esta actividad, pueden visitar el Museo-Taller de la Cerámica de las Jarras o el horno más antiguo del pueblo, conocido como de los Macenes, testimonio de la actividad jarrera artesana y que recientemente ha sido restaurado para volver a ser abierto al público.

Calendario de fiestas

Por último, Castelló de Rugat cuenta con un completo calendario festivo en el que destacan las fiestas de Sant Antoni -con su tradicional porrat-, la Semana Santa, las fiestas de agosto y las fiestas patronales del mes de diciembre.

En la web de turismo del municipio puedes encontrar toda la información necesaria para conocer más a fondo cada rincón de Castelló de Rugat, desde los monumentos más antiguos hasta sus verdes senderos de montaña.