Alerta por la presencia de jabalíes en Ontinyent

La Policía Local ha recibido tres avisos de avistamientos en tres días, uno de ellos de un animal de gran tamaño que se estaba comiendo el pienso de los gatos cerca del pipican de Sant Rafel

El pipican de Sant Rafel en Ontinyent.

El pipican de Sant Rafel en Ontinyent.

S. Gómez

La falta de lluvias en los últimos meses y la sequedad que sufre el monte han propiciado un repunte de las expediciones de jabalís hambrientos que se acercan cada vez más a los núcleos residenciales de distintas localidades valencianas, generando inquietud tanto entre los agricultores que ven dañadas sus cosechas como entre la población.

Por su proximidad con la sierra, Ontinyent es un buen ejemplo de ello. En plena Semana Santa, la Policía Local ha recibido  tres avisos vecinales que alertaban de la presencia de estos animales en diferentes puntos de bastante  tránsito de personas en el municipio en un escaso margen de tres días. 

El caso más llamativo tuvo lugar el sábado a primera hora de la mañana, cuando un hombre salió a pasear a su perro por el pipican del barrio de Sant Rafel, ubicado frente al colegio público La Solana, y se topó de bruces con un jabalí de gran tamaño que se encontraba comiendo el pienso de los gatos que había esparcido por dicha zona.

En torno a las 7 de la mañana, el vecino avisó a la policía Local de Ontinyent, que apenas unos minutos después envió una patrulla hasta el lugar. Pese a realizar una batida por las inmediaciones, los agentes no lograron localizar al ejemplar.

Un jabalí en mitad del camino

Ese mismo día, otro vecino se vio sorprendido por un jabalí mientras paseaba por el camino del Corral del Bollo, alrededor de las 20.45 horas. El animal se encontraba en mitad del trazado y el hombre abandonó el lugar de inmediato tras avisar a la Policía. La patrulla desplazada hasta el camino, sin embargo, no lo localizó.

El jueves, otro vecino de Ontinyent denunció que un grupo de jabalíes que llevaba avistando desde hacía varias noches cerca de su propiedad le había causado destrozos en sus cultivos y se habían comido el alimento que dejaba para sus gatos, en el camí de les Boles, una zona de diseminado pero cercana al primer emplazamiento del pipican de Sant Rafael. Los hechos han sido puestos en conocimiento del Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ontinyent.