Un estudio postula la existencia de un anfiteatro romano en el subsuelo de Xàtiva

El ingeniero de caminos Francisco Juan García publica una investigación que sitúa la infraestructura en las inmediaciones de la parroquia de la Merced, en lo que fue el extrarradio urbano del distrito Barreras

La parroquia de la Merced de Xàtiva.

La parroquia de la Merced de Xàtiva.

Salvador Catalá

La sala de conferencias del museo de Bellas Artes de Xàtiva acogió el pasado jueves la presentación del libro “El posible emplazamiento del Anfiteatro Romano de Saetabis a la luz de la Geomorfología catastral”. Un estudio realizado por el ingeniero de caminos Francisco Juan García, que constituye la continuación del libro que publicara sobre las claves del trazado de las vías romanas de la saetabis centuriada, en el que demostraba geométricamente que la capital de la Costera, como otras urbes principales del Imperio Romano, sufrió procesos de centuriación para repartir su espacio urbano y agrícola entre los nuevos colonos latinos.

En base al mismo, y a la luz del análisis de la geomorfología catastral, lanza la hipótesis en esta nueva publicación, avalada por el arqueólogo municipal Ángel Velasco, sobre la posibilidad de la existencia de un anfiteatro romano en las inmediaciones del subsuelo de la parroquia de la Merced, y manzanas colindantes. Si la Xàtiva de hoy lleva en sus entrañas la estructura viaria y pecuaria que los romanos diseñaron para ella, y si formó parte de la ruta de la vía Augusta, la gran calzada que conducía a Roma, y que convertía a Saetabis, en un centro importante del mundo romano, muy citado por los autores clásicos, por la calidad de su lino o la riqueza de sus canteras de Buixcarró, el autor argumenta que al igual que otras urbes, también debería albergar edificios públicos de igual importancia, como los anfiteatros.

Bajo esta premisa, el ingeniero Francisco Juan analiza todos los indicios geomorfológicos, históricos y arqueológicos, que le llevan a postular la posibilidad del emplazamiento del anfiteatro romano en lo que fue el extrarradio urbano del distrito Barreras, y cuya estructura ha prevalecido determinando el crecimiento urbano de la zona durante siglos. Sin citas históricas, ni pruebas empíricas que permitan aún confirmar la existencia de tan importante edificio, la obra sirve para inspirar campañas arqueológicas que traten de localizar nuevos restos de la Saetabis romana, siendo muy difíciles de identificar a causa de que sus estructuras siempre fueron reutilizadas por las culturas que les sucedieron.