Xàtiva busca el apoyo del Consell para rematar la plaza de toros tras 7 años sin actividad

Estrenada en 1919 con el prestigioso sello de Demetrio Ribes, la plaza de toros de Xàtiva no solo ha sido el escenario de corridas de alto nivel, sino que por ella han desfilado artistas de la talla de Elton John o figuras políticas como Mariano Rajoy, que en 2007 declaró su amor a Alfonso Rus en un mitin en el coso. El imponente inmueble, sin embargo, es hoy una infraestructura fantasma que no ha albergado ningún tipo de espectáculo desde el año 2016. 

Aunque la programación taurina desapareció de la ciudad a raíz de una consulta popular promovida con la llegada de la izquierda al gobierno municipal, técnicamente el complejo tampoco puede utilizarse para ningún otro menester porque no cumple las medidas de seguridad mínimas. 

La plaza fue objeto de una gran remodelación durante la etapa de Rus que en 2006 se presupuestó en 6 millones de euros. Las obras acabaron costando 12 millones y quedaron inacabadas, con la cubierta pendiente de terminarse y sin los remates necesarios para adaptar el coso a la normativa. Durante la pasada legislatura, el concejal de Ciudadanos en el equipo de gobierno, Juan Giner, encargó un estudio técnico que costó 10.000 euros y que valoró en más de 3,6 millones el dinero que sería necesario para que la plaza de toros pudiera quedar operativa y obtuviera la pertinente licencia de actividad. 

Sin ser una prioridad a la que destinar fondos municipales para el actual ejecutivo compartido por el PSPV y Xàtiva Unida, la inversión no deja de considerarse como necesaria en caso de que pudiera llegar ayuda externa de otras administraciones si se quiere sacar algún rendimiento del armatoste y evitar su deterioro. Los partidos de izquierda, de hecho, llevaban en sus programas electorales la conversión de la plaza en un espacio multiusos, mientras que PP y Vox llevan años comprometiéndose a devolverle su uso taurino. 

Tras el cambio político en la Generalitat, desde el consistorio se ha iniciado un acercamiento a la Conselleria de Cultura que dirige Vicente Barrera para explorar la posibilidad de desatascar poco a poco el proyecto de remodelación pendiente. El portavoz de Vox en Xàtiva, Francisco Suárez ha asumido la misión de mediar con el conseller vinculado a su partido con tal de intentar rascar algún tipo de ayuda económica para ir actuando en el coso setabense. En ese sentido, el regidor está a la espera de concretar una reunión solicitada hace unas semanas. 

«El tema de la seguridad en la plaza es algo que está pendiente desde hace mucho tiempo y no había interés ninguno en solucionarlo», observa Suárez, que subraya su «buena sintonía» con el alcalde Roger Cerdà y su predisposición de colaborar con el equipo de gobierno en «todos los proyectos que dependen de Vox en Cultura, Justicia y Agricultura, sin mirar colores políticos» siempre que «supongan un beneficio para la ciudadanía de Xàtiva».

«Estamos comprometidos en sacar adelante el proyecto de la plaza y, aunque el timing lo marca la disposición de la Generalitat, estamos hablando con los más altos cargos para que nos atiendan», recalca el portavoz de Vox. Tanto este partido, como el PP y el PSPV se reunieron no hace mucho junto a los ingenieros del estudio que sirve como punto de partida para solicitar los fondos a la Generalitat. Suárez recalca que todas las formaciones «tenemos que ir de la mano en este asunto» porque el desembolso necesario «es muy importante». 

De momento, el presupuesto autonómico de 2024 no contempla ninguna partida para la plaza de toros y en las cuentas aprobadas por el Ayuntamiento de Xàtiva solo se reservan 1.000 euros para tareas de conservación, aunque este año se ha adjudicado un contrato de mantenimiento mínimo de la instalación que costó unos 12.000 euros. 

Otros proyectos en manos de Vox

El portavoz de Vox insiste en que va a «pelear» para que la inversión en la plaza entre en la hoja de ruta de la Generalitat a lo largo de esta legislatura Suárez también se muestra colaborativo a la hora de intentar facilitar la comunicación y la llegada de fondos en otros proyectos como el museo de arte contemporáneo en Santa Clara, la remodelación del castillo y las murallas o la recuperación del juzgado de violencia de género, cuestiones que dependen de consellerias en manos de Vox. «No me he metido como concejal para hacer carrera política, sino para ayudar al pueblo y a la corporación como vecino en todo lo que pueda traer en estos 4 años», apostilla el edil.