El Consell protege la Serra Grossa con un cortafuegos de 23 kilómetros

La manada de cabras celtibéricas deVallada contribuye a mantener limpia el área de prevención de incendios, que se extiende también a los términos de Ontinyent, Moixent y Fontanars

Un nuevo cortafuegos de 23 kilómetros protege la Serra Grossa de los incendios

Perales Iborra

S. Gómez

Los incendios se apagan en invierno. Esta expresión se repite como un mantra cada vez que el fuego devora una gran superficie forestal, para apelar a la necesidad de avanzarse a los acontecimientos antes de que sucedan. Precisamente este es el objetivo de la gran actuación preventiva que se ha completado en la Serra Grossa con la apertura y acondicionamiento de un área de cortafuegos de 188 hectáreas de extensión y 23 kilómetros de longitud a medio caballo entre los términos municipales de Vallada, Ontinyent, Moixent y Fontanars, en las comarcas de la Costera y la Vall d’Albaida, pertenecientes a la demarcación forestal de Xàtiva.

El encargo de la Generalitat, iniciado en el año 2020 y ejecutado por la empresa pública Vaersa, fue este lunes señalado como un ejemplo a seguir por el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, Javier Montero, en una visita a la zona de los trabajos en la que estuvo acompañado por el director general de Prevención de Incendios Forestales, Francisco Aparisi y por profesionales que actúan sobre el terreno. 

A juicio de Montero, el cortafuegos abierto «demuestra el compromiso de la conselleria en la lucha contra los incendios y con la defensa del bosque y el campo». Se trata, según incidió el alto cargo del departamento autonómico de Justicia, de «una obra de grandísima envergadura» que abarca a cuatro municipios de comarcas diferentes.  

Durante la cita de ayer, la comitiva de la Generalitat partió de la calle de l’Assagador de la Font Freda de Ontinyent para posteriormente desplazarse hasta el ámbito del cortafuegos adaptado en Vallada para visualizar las actuaciones desplegadas. Durante el recorrido, la expedición subió a una de las torres de vigilancia desde las que se controlan las posibles emergencias en el monte y se encontró con la manada de cabras celtibéricas que pastan por la sierra de Vallada y que contribuyen a prevenir incendios de manera natural con la limpieza del monte.

De hecho, la Diputación de Valencia acaba de conceder al ayuntamiento de esta localidad de la Costera una ayuda de más de 64.000 euros dentro del programa Reacciona 2023 que en parte se destinará a crear un corral pensado para acoger durante los meses de invierno a estas cabras celtibéricas, una especie en peligro extinción que ayuda igualmente a fijar población en el medio rural. Recientemente, el consistorio de Vallada puso en marcha un proyecto de pastoreo extensivo con la citada manada para mantener limpias las áreas de cortafuegos de la montaña pública del municipio, cuya vegetación quedó calcinada casi por completo en un gran incendio en 1994.

Junto con la nueva área de cortafuegos, en la que se han invertido 1,159 millones de euros, se han mejorado los viales destinados al tránsito, realizando excavaciones en roca y triturando la piedra, con su posterior extendido, nivelado y compactado. Además, en un pequeño rodal de 1,23 hectáreas de pinar regenerado post incendio con elevada densidad, se han realizado trabajos selvícolas en la masa, según informa la conselleria. Así se favorece su desarrollo a etapas más adultas con una mejor estructura, se disminuye la densidad de la vegetación en una zona encerrada por áreas cortafuegos, y se mejora la operatividad.