Xàtiva instala sensores para 'delatar' a quienes orinan en las calles del centro histórico

El consistorio colocará luces disuasorias en cuatro vías adyacentes a la zona de tardeo y ocio nocturno del Mercat tras las quejas vecinales por el incivismo durante los fines de semana

La iniciativa se está ensayando en la calle Bellver

S. Gómez

Son las nueve y media de la mañana de un viernes y la tranquilidad reina de manera absoluta en la calle Bellver de Xàtiva. El ambiente no tiene nada que ver con el de muchas noches de los fines de semana y festivos en las que esta estrecha vía peatonal sin apenas actividad ubicada en pleno centro histórico solía convertirse en un meadero habitual de los clientes de algunos locales próximos por su cercanía a la zona de tardeo y ocio nocturno conformada por la plaça del Mercat y su laberinto de callejuelas adyacentes. 

La problemática de los orines lleva un tiempo en el foco de las preocupaciones de los vecinos y de los propietarios de algunos comercios que, hartos de los comportamientos incívicos, trasladaron las quejas a las autoridades pertinentes. Después de reunirse con los afectados, el Ayuntamiento de Xàtiva comenzó a tomar medidas en diciembre.

Coincidiendo con la época de mayor afluencia del Mercat, durante las fiestas navideñas y las cenas de empresa se instaló a modo de prueba piloto en la calle Bellver un sistema de proyectores lumínicos disuasorios que se activan con sensores de movimiento cuando detectan la presencia de alguien deseoso de miccionar los portales y las paredes ajenas aprovechándose de la oscuridad de la noche. 

En el inicio de este callejón desde la más concurrida calle Botigues hay un foco delator muy potente, conectado al alumbrado, que se enciende a través de un reloj únicamente durante las jornadas festivas y de fines de semana en las que se observa una mayor afluencia de gente noctámbula por el enclave del casco antiguo, entre las diez de la noche y las tres de la madrugada, cuando cierran los negocios de copas. La idea es que, al saberse descubierto, el potencial infractor se lo piense mejor y acuda a hacer cola a los baños de los establecimientos que sirven bebida y comida, como marcan las reglas más elementales del decoro.

En una segunda fase, y una vez se compruebe la efectividad del dispositivo instalado en la calle Bellver, la intención del consistorio pasa por expandir el sistema de proyectores lumínicos con sensores de movimiento a otras tres calles más de los alrededores. 

De esta forma, en un principio también se colocarían los mismos focos en las estrechas vías José Carchano y Pes, que flanquean al museo municipal de l’Almodí y que también conectan con Botigues, por lo que se registran molestias similares. El cuarto callejón al que se pretende llevar las luces delatoras es el de Maluenda, situado en la subida del Mercat desde la calle Matilde Ridocci, donde opera otro local de copas que en fechas de especial afluencia suele tener  grupos de clientes apostados en la puerta. 

A petición de los vecinos

Precisamente en la confluencia entre Maluenda, Corretgeria y Ridocci se emplaza un negocio de instrumentos musicales cuyo responsable han exteriorizado su hartazgo mediante la colocación de diversos carteles en la fachada en los que pide a los viandantes que no vacíen sus vejigas sobre el inmueble que tanto le cuesta mantener y que se ve obligado a pintar tres veces al año. También valora instalar cámaras de vigilancia. En la zona hay otros carteles similares. 

El regidor de Alumbrado, Ignacio Reig, explica que la iniciativa de los focos disuasorios responde a una petición de los vecinos de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) del Mercat y adyacentes y recalca que los proyectores están «siempre operativos» aunque se activan en los periodos de mayor actividad. «No va a ser la solución definitiva, pero se trata de una medida efectiva para las zonas de especial sensibilidad, que son un meadero», recalca Reig, que pide «sensibilidad» a los usuarios del ámbito del tardeo y ocio nocturno.

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