«Botifarra»: «Hay poco ajo tierno; el ocaso del campo se veía venir»

El ‘cantaor’ setabense retoma las visitas de los centros escolares a su finca de «Ca Cuesa», emplazada en las afueras de Xàtiva, con motivo de la edición 2024 de la tradicional feria «FirAll»

Pep Gimeno "Botifarra" enseña a los escolares de Xàtiva el cultivo del ajo tierno

Perales Iborra

El ajo tierno es uno de los cultivos más tradicionales del campo de Xàtiva. Y, como todo el sector, está sufriendo una crisis coyuntural. Las recientes «tractoradas» —una de ellas colapsó las principales arterias de Xàtiva durante varias horas— se han convertido en la forma más visible de protestar de los agricultores, que en muchos casos viven una situación límite. No ven su futuro claro. 

Con motivo de la edición 2024 de «FirAll», el Ayuntamiento de Xàtiva ha vuelto a coordinar esta semana las visitas de los centros escolares a «Ca Cuesa», la finca de Pep Gimeno «Botifarra». Los jóvenes aprenden sobre el cultivo del ajo tierno gracias a sus explicaciones. Consultado por la crisis del campo, el cantaor y divulgador de la cultura tradicional valenciana, confirmó que el sector sufre desde hace años: «En 2024 hay muy poco ajo tierno, menos que otros años. El ocaso del campo se veía venir desde hace bastante tiempo».

«Es una realidad que no se puede esconder. La gente no siembra y si no lo hace es porque no gana suficiente dinero», expuso el responsable de las visitas. «Es una situación que se lleva viendo desde hace años, no es nuevo de ahora. Si nadie lo detiene, el panorama es muy malo». «A lo mejor, los productores piden por una garba de ajos unos 5 euros y a un posible comprador le parece caro. El que quiera que entre en un bancal a las horas en las que ellos trabajan y que vean todo lo que hacen», apuntó el divulgador.

Una familia del campo

«Es un tema complejo, que deben solucionar los partidos políticos. Yo no soy ‘llaurador’, pero vengo de una familia dedicada al campo. Lo he visto de cerca. Mi tatarabuelo ya era ‘aiero’. Y mis abuelos y mis padres ya nos dijeron a mí y a mis hermanos que no siguiéramos trabajando en el campo, ya aventuraban lo que podía pasar... y esto fue hace años».

El Ayuntamiento recuperó el programa de las visitas escolares después del parón ocasionado por la pandemia. Consultado por la experiencia, «Botifarra» detalló que «los niños sí ponen mucho interés, les gusta salir y hacer cosas diferentes. Yo les cuento como se trabaja en el campo. Creo que es bueno para ellos, se llevan una información diferente a la que están acostumbrados».

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