Cierra «Peor para el sol», la última discoteca de Ontinyent

Los dueños de la parcela en la que se encuentra el club de ocio nocturno no han renovado el contrato de alquiler y el gerente confirma que el negocio ya no es rentable: «Todo ha cambiado mucho»

Una vecina pasa frente a la puerta de acceso la discoteca «Peor para el sol» en Ontinyent.

Una vecina pasa frente a la puerta de acceso la discoteca «Peor para el sol» en Ontinyent. / Perales Iborra

Es un goteo de cierres constante, que ilustra un cambio de modelo en el ocio nocturno. La época en la que las capitales comarcales contaban con varias discotecas ha pasado. El sector está agonizando. Así ha ocurrido en Ontinyent, con el cierre de «Peor para el sol», la última discoteca que quedaba abierta en la capital de la Vall d’Albaida. Ayer, cerró sus puertas. 

Paco Borreda ha sido gerente del club nocturno en dos ocasiones. Es uno de los «veteranos» de la noche del municipio. Ahora se ve obligado a bajar la persiana: «El local se abre en 1991, cuando se llamó ‘la Clave’. Pasaron unos años y yo entré e el 96. Creo que esa fue la mejor época. Estábamos cerca de ‘OTK’, que también era muy conocida. El sector estaba en pleno apogeo. Como muestra un botón. Ontinyent ha llegado a tener entre 14 y 15 bares de copas y tres discotecas, ya que también estaba ‘Vampirella’. Ahora, se quedarán 4 o 5 pubs, como mucho».

Borreda abandonó el negocio en 2007 por circunstancias personales y años después hubo otro cambio de nombre, pasándose a llamar «La Lima». Varios cambios de dirección después —con una nueva denominación, «le Fabrique»— derivaron en la entrada de Luis Martínez, uno de los pioneros de la noche de la Vall. Sin embargo, tras su fallecimiento, Borreda le compró la licencia a su viuda. En 2014, nació «Peor para el sol», que ayer cerró sus puertas de forma oficial. 

Consultado sobre las razones del cierre, Borreda explicó que «la discoteca se encuentra en una amplia parcela que es propiedad de una familia de Ontinyent, ocupa casi toda una manzana. Creo que la quieren disolver y nos han confirmado que no nos renuevan el contrato». 

Dos salas, barra exterior

Hasta el cierre de ayer, en «Peor para el sol» se ofrecía música comercial en su sala principal y música más techno en la zona VIP, bautizada como «la negra flor». Contaba además, con barra en el exterior. El aforo máximo de ambas zonas era de 550 personas. Para la última fiesta no se vendieron entradas anticipadas: «Hemos invitado a algunos de los de siempre, a las viejas glorias. Para mí es una pena, esto ha sido como mi casa. Bueno, yo he pasado casi más tiempo aquí y en mis otros locales que en mi casa». 

Hasta el golpe de la pandemia, Borreda también regentó el local «37 grados»: «Estoy estudiando alternativas, no creo que abra una discoteca, pero algo tengo entre manos», expuso. Consultado sobre si la ciudad tiene potencial para albergar una discoteca, Borreda expuso que «hay gente de sobra, lo que tiene que hacer es salir. Hace años, cuando yo era joven, todos teníamos trabajo, teníamos una capacidad adquisitiva que nos permitía salir. Ahora, eso no es así. Yo creo que el sector se está readaptando. Ahora, lo más rentable es el tardeo. Hablamos de clientes con más capacidad monetaria, que al final hacen las mismas horas. Es un tema de cambiar los horarios». 

«Nosotros hemos vivido de las fiestas puntuales durante los últimos años. Es cierto que antes o después íbamos a tener que cambiar algo. Que no renueven el contrato lo ha acelerado todo», apostilló el gerente de la discoteca.

Piden un cambio en la planificación urbanística

Desde que los responsables de «Peor para el sol» anunciaran el cierre en redes sociales, los rumores sobre los usos de las instalaciones se suceden. Algunas voces hablan de la llegada de un supermercado a la zona tras el cierre del local de una cadena. Sin embargo, fuentes municipales solamente han confirmado que los propietarios de la parcela han solicitado al Ayuntamiento una modificación de la planificación urbanística para permitir que tenga usos comerciales, lo que abriría la puerta a que se instalara una superficie comercial.

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