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Alcaldes por encima de las siglas

29 municipios de la Costera, la Canal y la Vall están gobernados por partidos que no suelen ganar en las autonómicas (o no se presentan) y que fían la reelección al tirón de sus candidatos

Jorge Rodríguez, Carolina Mengual y Xavier Molina.

En los pueblos se vota más a la persona que al partido. Aunque esta es quizás la expresión más manida de cuantas suelen escucharse cada vez que llega una campaña electoral, los datos la avalan. 29 de los 61 alcaldes y alcaldesas que apuran sus últimos días de mandato en la Costera, la Canal y la Vall d’Albaida ganaron las últimas elecciones municipales al frente de un partido que cayó derrotado en los últimos comicios autonómicos, en los que la ideología siempre juega un mayor peso en la población que la cercanía del candidato de turno. 

El caso de Jorge Rodríguez en Ontinyent es uno de los más paradigmáticos: en 2019 cosechó un 65,5% de los votos como cabeza de lista de una formación independiente recién creada. Los socialistas, entonces descabezados, obtuvieron un 4% de apoyos frente al 20,58% logrado en las autonómicas, en las que Compromís se proclamó campeón en Ontinyent, con un 28,39% de votos. El reto de Rodríguez pasa por mantenerse lo más cerca posible de sus 17 actuales. El alcalde sostiene que en un ámbito municipal el juego ideológico no tiene tanto peso porque los ayuntamientos no legislan. De ahí la importancia de la gestión y la transversalidad, dos palabras clave en los programas. 

En la vecina Bocairent, Compromís también se impuso en los comicios a las Corts, pero la localidad se mantuvo como un bastión socialista en las municipales, en las que el socialista Xavier Molina arrasó con un 66,68 % de los sufragio y 8 de los 11 concejales en liza.

En l’Olleria, en cambio, el PP logró conquistar la alcaldía con una victoria holgada (47%) que dobló en votos al resultado recabado por los populares en las autonómicas del 28A, en las que se impuso Compromís. La coalición valencianista también fue la fuerza más votada en otros municipios de la Vall con ayuntamientos controlados bien por el PP, como Montaverner, Benissoda, o bien por el PSPV, como Benigànim o Castelló de Rugat.

En estos dos últimos casos los socialistas gobiernan sin mayoría absoluta y se enfrentan al desafío de mantener el poder pese a cambiar a sus alcaldes por nuevos candidatos. En Castelló, un nicho de votos para Compromís (el 27% en las últimas autonómicas), la coalición no ha podido armar una candidatura a nivel local tras la dimisión de su anterior portavoz a raíz del cese de Mireia Mollà en el Consell. 

Apoyos masivos

En 2019, Fani Mollà logró ser la segunda alcaldesa más votada de las tres comarcas (88% de apoyos) pese a cambiar las siglas del PSPV por las de Ens Uneix. En Llutxent gobierna una coalición del PSPV y Esquerra Unida aunque en las autonómicas ganó el PP, mientras que en Ràfol de Salem Carolina Mengual arrasó y la derecha mantiene la alcaldía desde 1979 al presentar candidaturas más solventes, pero el PSPV se impuso en las autonómicas y generales. 

En la Canal, el PSPV ganó la súltimas elecciones a las Corts en todos los pueblos menos en Anna, pese a que este municipio tiene una alcaldesa socialista y Enguera, Millares y Navarrés están bajo dominio del PP. En Rotglà, el alcalde Amador Climent, fue uno de los más respaldados (77,8%) y Compromís, que ganó en las autonómicas, ni se presentan a las locales. Novetlè, Llocnou o la Granja también tienen alcaldes del PSPV o el PP aunque los valencianistas obtuvieron la mayoría de las papeletas sepia. En Llanera y el Genovés la vara de mando es deCs y el PSPV pese a la clara mayoría popular en las últimas autonómicas.

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