Su último disco se titula "De noche". ¿Le gusta especialmente la oscuridad?

En la noche hay más tranquilidad. Me siento en mi estudio y parece que los instrumentos cogen otro sonido. La noche tiene su parte buena y su parte mala también, pero yo la uso para trabajar.

¿Ha cambiado su música?

Ha habido una gran evolución. Desde que comencé con Ketama hasta hoy son muchos procesos. He tenido estos dos discos en solitario, con Gustavo Santaolalla (productor y compositor ganador de dos Oscar a mejor banda sonora) que para mí han sido cruciales y fundamentales.

¿Qué le queda de Ketama?

Muchos recuerdos, muchas risas y muchas fatigas. Recuerdo uno de nuestros primeros viajes, a Londres, donde nos quedamos sin nada. Tuvimos que trabajar por la noche para poder comer. Sin embargo, después la vida nos ha devuelto muchísimas cosas. Por eso estoy tan agradecido, porque aún vivo de mi música.

¿Volverá a unirse Ketama?

No lo sé. Ketama siempre me parece una opción maravillosa y buenísima para que sea retomada. Quizá todavía necesitemos más espacio. Pero quién sabe, a lo mejor vuelve Ketama en el futuro.

¿En qué proyectos está trabajando ahora?

Estoy trabajando en varios. Uno con Soleá Morente y Diana Navarro para una película, a ver si va todo bien. Con Lolita también tengo otro proyecto muy bonito.

¿Quiénes son los Flores para Antonio Carmona?

Son amigos, son familia. Son dinastía máxima de la música española, tanto la rama de Lola Flores como la del tío Antonio El Pescaílla. Él era un genio, esa manera que tenía de tocar la rumba. Un transgresor tremendo. Guardaba muy bien su cultura interpretando taranta y flamenco. Sin embargo, de repente le salía un tema de Sinatra espectacular. Y Lola..., que es lo más grande que he conocido. Con sus hijos tengo una unión de música y espíritu muy especial y bonita.

¿Cómo cree que ha cambiado la industria musical?

A una velocidad vertiginosa. Hay auténticos artistas que suenan muy bonito y que les es dificilísimo darse a conocer. Debemos ser optimistas. Es obvio que la música está herida como lo está también el país. Estamos sufriendo estos recortes y ese momento por el que pasa España. Pero nosotros somos un país muy fuerte en todos los sentidos y nuestra cultura es muy grande. Por eso estoy convencido de que vamos a poder con todo esto.

En alguna ocasión ha comentado que si la industria musical no cambia tendría que irse a otro país. ¿Podría vivir lejos de su Madrid?

Suelo pasar varios meses fuera de Madrid. Sí que es cierto que Colombia y Venezuela están muy abiertos conmigo, y en Miami también. A mí me gusta mi tierra, pero hay que abrirse al mundo.

¿Hay que echarle gitanales a la vida?

Claro. Hay que echarle valor, gitanales. El que quiere algo, algo le cuesta. Yo, por ejemplo, me he ido a hacer las Américas y he estado tres meses perdido por varios países. Todo este tiempo sin parar, al final tiene su resultado.