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Cese

El caso Blasco arrastra a Ciscar

La directora del IVAM será sustituida a través de un concurso de méritos y «no por críticas a su gestión» - La mujer del exconseller pidió el relevo un día antes de que el fiscal mantuviera la petición de 14 años de cárcel por presunto fraude en las ayudas de solidaridad

El caso Blasco arrastra a Ciscar

La salida de Consuelo Ciscar de la dirección del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) estaba cantada. El problema era saber cuándo se pondría la fecha definitiva de caducidad y darle forma. La primera se puso el 11 de marzo, el mismo día que la fiscalía mantenía la petición de 14 años de prisión y 33 de inhabilitación para el exconseller de Solidaridad, Rafael Blasco y marido de Consuelo Ciscar, por presunto fraude en la concesión de subvenciones de la Generalitat a entidades solidarias.

La segunda se producía a finales de este mes cuando se revelaba, ya a pocas fechas de que se haga pública la sentencia, que la Fiscalía Anticorrupción estudiaba ahora los detalles de la reforma que el político se hizo en su hacienda de Alzira, donde convirtió una pequeña casa de campo en un chalé y una vivienda de más de 450 metros cuadrados con pista de tenis y piscina, junto a un expediente de adjudicación de Blasco en diciembre de 2005 a la empresa Franjuán, la misma que realizó las obras en la propiedad del político entre 2004 y 2006.

A partir de ese momento, los acontecimientos se precipitaron en Presidencia de la Generalitat quien ha llevado este asunto de forma directa hasta su anuncio oficial de ayer por parte del vicepresidente, José Ciscar, tras el pleno del Consell. Ciscar daba una clave: el relevo «no es una crítica» a la labor de su directora.

Consuelo Ciscar, aconsejada o no, había estado dejando caer durante los últimos meses la excusa de que estaba cansada después de diez años al frente del museo. Y viendo venir los acontecimientos, el 10 de marzo mandaba una carta a la consellera de Cultura, María José Catalá, pidiendo su relevo.

«Una vez inauguradas las exposiciones XXV aniversario y Mujeres fotógrafas en la colección del IVAM no quiero dejar pasar la ocasión de significarte la decisión, que ya te manifesté, de abandonar la dirección del IVAM por cuestiones de salud», afirmaba en su carta. En ella, además, añadía que «transcurrido ya el primer trimestre de este año tan significativo y especial como éste para el IVAM y agradeciendo la confianza que has depositado en mí, te rogaría tuvieras en cuanta mi solicitud de finalizar mi período como Directora Gerente».

Para muchos sorprende hoy el contenido de estas líneas ya que el IVAM fue la ambición política de Ciscar desde la llegada del PP a la Generalitat.

El PP, además, encontraba el trámite y de paso dar sensación de que desarrolla una nueva forma de gobernar. Al mismo tiempo, acallar las críticas de la oposición o de los expertos anunciando que convocará un concurso internacional de méritos. Y que un equipo de expertos, «de reconocido prestigio», será el encargado de estudiar los perfiles y elegir el recambio de Consuelo Ciscar. Este proceso es el que siguen diversos museos de España y el mundo, pero jamás podía imaginarse que un día se aplicaría en la Comunitat Valenciana conociendo cómo se producen los nombramientos. El vicepresidente José Ciscar, daba ayer la segunda clave al asegurar que la idea de convocar un concurso de méritos «se llevaba planeando largo tiempo».

El Consell ponía incluso plazos para liquidar cuanto antes el asunto. Así, en 15 días se reunirá el Consejo Rector, encargado de nombrar y destituir directores. En esa misma fecha, la dimisión de Consuelo Ciscar será admitida y el propio Consejo Rector, presidido por la Consellera María José Català, asumirá las riendas del organismo público. A partir de ahí se abrirá un período de algo más de tres meses para recibir candidaturas y elegir sucesor. La continuidad no es problema estando el museo programado ya para largo tiempo. Este periódico intentó ayer contactar con Consuelo Ciscar aunque sin éxito.

Avisos previos

Aunque desde fuentes oficiales se insistía ayer en que el relevo de Ciscar no era un asunto ligado a algunas de sus polémicas decisiones, los despidos, las críticas recibidas por su gestión desde diversos sectores o el hecho de que el IVAM hubiera perdido fuelle en los últimos años, lo bien cierto es que el Gobierno había venido dándole avisos de que su presencia resultaba algo incómoda.

Eso sí, siempre guardando las formas pero también haciendo entender que se había cubierto una etapa que ya duraba diez años.

Pero había que cumplir los plazos. El PP no ejecuta a la familia salvo cuando ya no queda salida. Y así fue como en primer lugar se le designó como miembro del Consell Valencia de Cultura hace año y medio a propuesta de los populares. En él continuará tras su salida del IVAM.

Después se intentó que el museo fuera adscrito al nuevo holding CulturArts, del que se pudo zafar apelando a la autonomía legislativa del centro y al peligro que podían correr las donaciones recibidas ya que algunos artistas habían amenazado con retirarlas. Pero al final, se encontró la fórmula eliminando el Consejo Rector independiente con que se dotó al museo desde su creación y máximo órgano de gestión, reconvirtiéndolo en un órgano de total control político y con sólo dos independientes testimoniales en sus filas. Finalmente se estrujó el presupuesto del museo hasta dejarlo a la mitad que tenía hace sólo cuatro años antes y justo para sobrevivir.

El mismo día que el IVAM inauguraba la exposición de su XXV aniversario con presencia de la reina, un alto cargo de la Generalitat dejó caer tener la sensación de que la institución, aquel día, había terminado un ciclo e inauguraba otro muy diferente. Ese mismo ciclo que desde ayer parece haber comenzado.

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