Nunca antes se había acercado tanto a la perfección. El artista valenciano, Joan Verdú, presenta el viernes que viene su nueva exposición «Al correct. Nearly perfect», que incluye tres series: dos pictóricas y una fotográfica. Verdú , que también es colaborador de Levante-EMV, muestra una vez más lo que él define como «una experiencia personal que encuentra sentido al ser compartido». Así siente el arte. Una obra que se presentará dividida en dos sedes, una en Cuenca, otra en San Clemente, y que podrá visitarse hasta octubre.

A la exposición le precede un catálogo que recoge sus pinturas de 2012 a 2014 y sus fotografías de 2013. Algunos lo definen como «un álbum de cromos», otros como «una luz chispeante en un día oscuro» y él como «lo mejor que ha hecho hasta ahora». Lo cierto es que este catálogo, con su posterior exposición, está lleno de personajes, iconos, grabados que vienen del pasado del artista, y por primera vez el valenciano, asentado en Alzira, siente «haber logrado situarlo todo en su sitio».

«Nunca había tenido la sensación de expresar correctamente. Con el color adecuado, el fondo adecuado... Es all correct», describe el artista con las mismas palabras que dan nombre a su obra.

Después de años elaborando su contenido, ha visto la luz en el salón de su casa, donde tiene su taller y escucha en bucle a músicos tan variopintos como Miles David, Nacho Canut o un grupo alemán llamado Kraftwert.

El resultado, por ejemplo, de su «serie de los vidrios», la última del catálogo, parte de ver el mundo de manera mediatizada. El artista admite no ser original en esta idea, pues el batería del grupo setentero Blondie y ahora ensayista Gary Lachman, ya la perpetuó en un libro llamado Una historia secreta de la conciencia.

«Existe un vidrio entre nuestros ojos y el mundo, pero al ser transparentes no somos conscientes de que está ahí», explica Verdú. El vidrio encuentra su paralelo en los condicionantes culturales y sociales y «cuando rompes el vidrio», entonces, «consigues ver la realidad».

Esta obra llega después de una larga trayectoria que comenzó en Barcelona, con su primera exposición individual allá por la década de los noventa. Desde entonces son innumerables las veces que Verdú ha mostrado sus colecciones al público.

Algunas de ellas están presentes en centres como el IVAM, la Caixa de Penions, Michelin, Fundación Antonio Pérez, Diputación de Valencia, Luis Bassat o Tomás Ruiz Company. También expuso en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento en 2008, en la Galería Cànem (Castelló, 1998), en Magda Belloti (Madrid, 2002) o en Paz y Comedias (Valencia, 2007), entre otras galerías.

El artista cuenta que cuando expone o edita un catálogo de su obra pasa «al menos una semana» revisándolo y estudiándolo minuciosamente. No fue así esta vez.

«He tenido mucho tiempo para controlar los detalles, que son el éxito de las cosas. Lo ojeé una vez estaba impreso y no he vuelto a mirarlo, me lo sé de memoria», expresa. Así, satisfecho y tranquilo, Verdú aporta su nueva producción artística expresada con todo su lenguaje para seguir decorando galerías con su particular registro.