Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) habla como escribe. Arrolla, atrapa y te lleva a su terreno. Si su Trilogía del Baztán (El guardián invisible, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta) tiene el reconocimiento de miles de lectores, con Todo esto te daré se abre paso un escritora con una literatura admirable.
Se van a perder muchas horas de sueño por su culpa.
Eso me dicen€ A cambio las empresas eléctricas estarán contentas.
A pesar que puede vivir de la escritura, la vi especialmente emocionada la noche que ganó el Planeta.
También Jorge Lorenzo ha ganado muchos campeonatos y cada vez que gana uno se emociona.
Escribe mejor que Jorge Lorenzo.
Cierto que tengo muchos lectores, pero también hay un gran esfuerzo detrás desde 2013, con cuatro novelas y una película.
A la segunda ha conseguido el Planeta.
Me presenté hace doce años y ni siquiera llegué a finalista. Cuando había que mandar seis copias y era otra persona quien pagaba ese correo que pesaba un quintal. Tengo una novela publicada antes que El guardan invisible con los derechos secuestrados todavía. Pero recojo el mismo Planeta de Vallejo-Nájera, Terenci Moix, González Ledesma y el honor que significa.
Sorprende en la elección de los personajes. Mientras en Baztán era una policía foral, en «Todo esto te daré» son un escritor, un guardia civil y un cura.
Están muy pensados, para permitir el ejercicio literario de hablar desde otra voz.
Un escritor homosexual, un sacerdote integro y un guardia civil€
€ Integro a su manera, pero que es el martillo de la novela. Sabía que era muy especial poder hablar desde esas voces y del enfrentamiento inicial que se iba a producir entre ellos.
¿Cómo es posible tanta maldad en paisajes tan bellos?
La maldad está en todas partes, en el corazón del Vaticano y en el lugar más hermoso de la Ribeira Sacra. Soy partidaria de los personajes como Nogueira, que de entrada dan una faz que puede parecer cruel y salvaje que permiten encontrar motivaciones.
¿Qué es más novelesco la doble vida o el déficit crónico de amor?
La doble vida es interesante, en sus distintas facetas. En ocasiones se confunde ser honesto con contarlo todo. Todos somos capaces de reconocer en nuestra propia familia al que no se le puede contar todo porque le afecta de un modo especial. Se le suele contar las cosas a toro pasado.
¿Ese es Manuel?
Hablo de la vulnerabilidad y la dependencia. He tenido ocasión de experimentar lo dependiente que soy de las personas que cuidan del mundo real, para permitirme el privilegio de encerrarme para leer o escribir diez o doce horas al día.
¿Le ha agotado «Todo eso te daré»?
En parte sí, y en otras he disfrutado terriblemente. La he escrito de una manera un poco obsesiva, con muchas horas seguidas y me ha abrasado los ojos.
¿Está reposada la novela?
Sí, mucho. Pero cuando volví fue todavía más exigente, porque había que darle vida. Escribiendo Ofrenda a la tormenta, está novela estaba llamando con fuerza a mi puerta.
¿La tenía pendiente?
Tuve que elegir entre Ofrenda a la tormenta y está. ¿Voy con la de Galicia, con la de Baztán? La persona que me aconsejo fue Eduardo [su marido], me dijo con muy buen criterio porque esta novela aborda con la voz de un hombre homosexual viudo temas tan delicados como la Iglesia, las perversiones, los que viven de rodilla, intentado fingir el que no son.
¿Cómo le fue la promoción del libro en Galicia?
La novela estaba recién publicada y no había tiempo literal para que nadie la hubiera leído.
Ahora ya la han leído muchos.
Los lectores fieles de Amaia Salazar y otros que se incorporan empiezan a dar señales. El guardián invisible se vendió en la Feria del Libro de Frankfurt dos años antes que se publicará en España. Dos años esperando al lector. He vuelto a tener la misma sensación entre el día del Planeta y el día que libro llegaba a los lectores.
En marzo se estrena la película «El guardián invisible. ¿La ha visto?
No del todo, solo parte.
¿Qué tal?
Muy bien porque han rodado en Baztán que era mi empeño. Muy bien porque han elegido a Marta Etura. La película es uno de los hilos de tantos que hay en la novela. Sería un disgusto que me dijeran que la película es mejor que la novela.
¿La realidad supera a la ficción?
Hay dos varas de medir, una para esos que no les llegan las multas, ni les afectan los escándalos. Dejemos de aceptar que sea así, aunque siga ocurriendo.
