Salvando las distancias, podría resultar de un interés a lo West Side Story ver desde dentro el monumento al amor vivido como renuncia y esa hermosa denuncia al sistema burgués, sus prejuicios morales y su hipocresía de clase que es la ópera La traviata, de Giuseppe Verdi.

El Palau de les Arts ha anunciado que amplía sus visitas guiadas para que los ciudadanos, también los que nunca se han acercdo a ver ópera, quizá sobre todo ellos, puedan colarse entre los bastidores (en rigor, en el palco) y ver cómo se preparan los ensayos de las piezas que se representarán en el escenario en esta temporada y que son, además de la de Verdi, el trabajo Lucrezia Borgia, de Donizetti, la obra Wherter, de Massenet y Tancredi, de Rossini. Obras maestras.

El nuevo formato de visita combina la asistencia durante 30 minutos a un ensayo en la Sala Principal y un recorrido por las salas y espacios del edificio. Ahora, además de los espacios que normalmente se recorren en las visitas generales, se podrá acceder a las salas de ensayo, los estudios de música, camerinos y zonas de trabajo. El aforo máximo son 50 personas por ensayo. Las localidades se pueden adquirir por 15 euros en la web www.lesarts.com, y el objetivo es acercar la ópera al público, en definitiva, su último destinatario. El Palau sólo ruega puntualidad. Es una ocasión para aquellos que nunca han podido disfrutar en vivo y en directo de cómo se trabaja en ese arte total que es la ópera, verlo como en las películas pero de verdad, incluidos los imprevistos, ajustes, aciertos y errores de todo el equipo. Hay muchos ensayos de cada ópera. El visitante podrá acceder al ensayo conjunto con los músicos y sin vestir. La dirección busca un momento «reconocible y agradable» de la ópera y es media hora. Dos de febrero, veinte de marzo, quince de mayo y diecinueve de junio, las fechas.