«La única vez que El Prado ha sido portada de The New York Times fue con esta exposición. La pinacoteca nacional ha sido pionera en programas educativos y otros específicos para personas con una discapacidad visual. El arte rompe, con esta muestra, las barreras en un espacio donde tocar supone degenerar», así se mostró ayer Miguel Falomir, el valenciano que regenta la dirección de El Prado desde el pasado mes de marzo, durante la presentación de «Hoy toca el Prado», la muestra que acerca seis de las obras más representativas de la pinacoteca al público invidente. La exposición ha recalado por primera vez en València, en concreto, en el Museo de Bellas Artes, donde permanecerá hasta el 3 de septiembre. Se trata de una muestra itinerante que ya ha pasado por ciudades como Girona, Mallorca o Vigo, con la colaboración de la Fundación ONCE y Fundación Axa.

Falomir presentó la iniciativa junto al director del Museo de Bellas Artes de València, José Ignacio Casar Pinazo. La selección -comisariada por Fernando Pérez Suescun- incluye pintura religiosa, mitológica, retratos o bodegones, con reproducciones a relieve para que sean accesibles a las personas con disminución visual. También están disponibles gafas opacas para aquellos que quieran ponerse en el lugar de los que ven a través de las manos una obra de arte por primera vez. Las obras de la exposición son Noli me tangere de Correggio, La fragua de Vulcano de Velázquez, El quitasol de Goya, La Gioconda del Taller de Leonardo da Vinci, El caballero de la mano en el pecho del Greco y Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio de Van der Hamen, y El Salvador Eucarístico, de Joan de Joanes, una obra del Museo de Bellas Artes, que viajará a Madrid cuando la exposición regrese a El Prado.

«No nos costó ni dos minutos decir que sí», aseguró el director del Bellas Artes, que aprovechó para demandar «una mayor donación de personal para que la pinacoteca valenciana pueda hacer las funciones que le son exigidas». Falomir también se refirió al Bellas Artes como el museo que le enseñó a «amar la pintura», y anunció proyectos conjuntos para el futuro.