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Vicente Benavent, un 2018 pintoresco y de mucho poderío

La vaca «Poderosa» empieza a escribir con letras de oro toda una leyenda

Vicente Benavent, un 2018 pintoresco y de mucho poderío

Vicente sigue soñando con escribir más páginas brillantes en la historia de esta ganadería. El hierro de la «B» se ha forjado por su bravura en una ganadería de peso, no sólo en la Comunitat Valenciana, sino también en otras provincias limítrofes e incluso como fuente genética de buena parte del ganado autóctono. El ganadero valenciano ya ha dejado una huella imborrable de amor, pasión y, sobre todo, bravura.

Por eso, hablar de Quatretonda, ya es hablar de tierra de bravura. La finca, anclada en la comarca de la Vall d'Albaida, cuenta con una amplia extensión destinada al pasto, lo que la convierte en el enclave perfecto para el desarrollo del ganado, animales ligeros, robustos y musculados, cualidades que facilitan cumplir con sobresaliente la dura prueba de la calle.

Repaso a la temporada 2018

La temporada 2018 ya ha cerrado sus puertas y Vicente está muy orgulloso y satisfecho del trabajo realizado. «Creía que el año 2015 no se podía superar, pensaba que habíamos tocado techo», confiesa con orgullo. Sus más de 300 exitosas actuaciones y el beneplácito de la afición más exigente, es el mejor aval. El secreto: mantenerse fiel a sus principios.

Los éxitos sembrados en la Comunitat Valenciana, Aragón y Catalunya le hacen ser la mejor ganadería de 2018. En la Comunitat dejó actuaciones para el recuerdo en decenas de localidades como en las de Onda, Borriol (premio al mejor toro), Vilafamés (mejor ganadería), Segorbe, Port de Sagunt (mejor ganadería y vaca), Benicarló, La Serra d'en Galceran (mejor ganadería, vaca y toro), Museros (mejor tarde y premio a la vaca más brava), Altura (mejor ganadería y vaca), la tarde histórica de la plaça dels Xorros de La Vall d'Uixó o la memorable actuación en la popular «entrà i prova» de Montserrat. Es aquí donde Vicente apunta que "es uno de los pocos pueblos que queda, junto a Pedreguer, donde se vive el verdadero arraigo de los bous al carrer, conserva la auténtica esencia de la fiesta de hace décadas", continúa «me gusta mucho ir, hay un ambiente muy bueno, pero también tenemos mucha responsabilidad». Razones no le faltan, pues la localidad valenciana se ha convertido en un santuario de bravura, por su calles se exhiben los mejores animales de las divisas más punteras y la pasada edición Benavent arrasó con todos los premios tras culminar una actuación de infarto con animales como el toro «Taconero», que causó un gran revuelo, o la vaca «Sargantana» que a sus doce años sigue causando furor en la localidad, buscando presa dentro de los cadafales; «Aún crea esa tensión que quiere la gente», la describe Vicente.

Más allá de nuestras fronteras también resuena el nombre Benavent. En Catalunya, en les Terres de l'Ebre, impregnó un año más su aroma con actuaciones estelares que le hicieron merecedor del premio a la mejor ganadería y mejor toro embolado en Alcanar, el de mejor vaca en Sant Carles de la Ràpita, o en Santa Bàrbara con el triple galardón a la mejor ganadería, mejor toro y al premio al mejor detalle. En Aragón, las localidades turolenses de Sarrión y Formiche Alto también fueron testigo del ciclón valenciano.

La vaca «poderosa»

El término poder es sinónimo de fuerza, capacidad, energía o dominio. Cualidades que definen a «Poderosa», una vaca brava y única que ha devuelto la emoción a la afición, requisito sine qua non para conectar con el aficionado, tan hastiado de la monotonía. Dicen que el arte y el poder siempre se han necesitado, y que el poder siempre ha capitalizado lo mejor, por eso, la mejor vaca está en la mejor ganadería. Su último éxito fue en Sagunt en el mes de noviembre con una actuación memorable, batiéndose el cobre con las 25 mejores vacas del momento. El poder atrae y transforma, esta vez, para bien.

Pero, si bien en la actualidad es la vaca más mediática de los bous al carrer, para su criador no merece menos importancia «Pintora» pues, asegura, «es una vaca de verdad, con raza», afirma el ganadero con vehemencia. No cabe duda que «Poderosa» y «Pintora» son las reinas de la casa.

La artillería se completa con las vacas «Grafitera», «Atrevida», «Banquera», «Cantaora», «Tiniebla», «Polvorilla», «Avispada», «Perla», «Bolsillera», «Marisol», «Bellotera», «Taranta» o «Corrupta», que son garantía en los concursos, si bien en el asfalto las preferidas son «Maña», «Luchadora», «Taconera», «Guasona», «Religiosa», «Extranjera», «Luminosa», «Canaria» o la mítica «Niebla», que realizó una lidia espectacular en las fiestas de Cullera.

Los toros, los protagonistas

Atrás quedó la época en la que sonaban nombres de toros en los corrillos taurinos. La tuberculosis arrasó con todo a finales del siglo pasado y las secuelas se vieron, sobre todo, en los toros. Por eso, en la última década, pocos machos han copado la atención, por lo que empezar a hablar de toros con nombre propio denota que las ganaderías autóctonas ya gozan de buena salud. Caso de Vicente, que ostenta de una buena plantilla de toros con raza, fachada, duros y nobles, como «Taconero», «Molinero», «Bueno», «Hechicero», «Campesino» o los veteranos, «Malaspulgas», «Baturro» y «Vicario», este último, padre del famoso «Payaso», que se estrenó en 2017 durante un concurso de recortadores organizado por Arte y Emoción y que en la actualidad es uno de los mejores astados de la cabaña brava valenciana por su casta, fuerza y bravura.

Benavent augura que «2019 sé que también será un gran año». Razones no le faltan, vive en el mejor momento de su historia, lo confiesa, la realidad ha superado a los sueños.

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