Borja Collado y Miguel Aguilar triunfaron sobre los ecos del toreo de José Tomás. La resaca de la tarde histórica del sábado de feria volvió a alimentar la afición taurina de la gente y ocupó medio aforo de la plaza el domingo para asistir al debut de tres jóvenes novilleros en Granada frente a ejemplares de El Torreón, ganadería cuya propiedad pertenece al maestro César Rincón. A los utreros les faltó fondo y fuerza pero se movieron en las seis faenas.

Borja Collado salió por la puerta grande tras una tarde de determinación, entrega y seguridad en la que demostró su buen concepto. Cortó una oreja a cada novillo de su lote. A su primero lo recibió en la puerta de chiqueros y empezó su labor en el centro del ruedo de rodillas tras un buen quite por caleserinas. Muy templado y pausado en ese inicio, el valenciano toreó con firmeza y verticalidad por el pitón derecho.

Al natural la faena del valenciano ganó enteros. De frente en la colocación del cite, alargó la embestida del ejemplar con profundidad, el compás abierto de las piernas y los riñones metidos. También tiró de inteligencia el joven de Torrent para darle tiempo a un utrero que no le sobró la fuerza. Dejó una buena estocada tras pinchar en el primer intento y paseó una oreja. En ese acto, los subalternos José Arévalo y Miguel Ángel García saludaron tras buenos pares de banderillas y Raúl Martí también destacó en la brega.

En su segundo, Borja Collado planteó una faena con seguridad y entrega en la que destapó sus maneras clásicas. Los derechazos, que brotaron con desmayo del valenciano, tuvieron empaque y elegancia. Fue volteado mientras toreaba al natural en dos ocasiones sin aparente consecuencia y dejó una estocada contundente para pasear, de nuevo, una oreja.

Como dato curioso, Borja Collado se puso por primera vez esa tarde en Granada un vestido salmón y oro que perteneció a su apoderado Manolo Carrión en su tiempo de matador de toros.

Aquilino Girón realizó dos faenas muy largas, en las que demostró su voluntad de ser torero. Cortó una oreja en el primero de la tarde tras una labor firme y, en su segundo, fue volteado de manera muy fea en la suerte suprema hasta en tres ocasiones y recibió una ovación.

Miguel Aguilar, que cerraba la terna, paseó un apéndice del tercero de la tarde tras una labor en la que demostró oficio y valor. El joven de Aguascalientes también se mostró entregado en el sexto y paseó otra oreja.