Carlos Reyero: "No voy a relegar a Sorolla, pero no entiendo esa obsesión por él"

P ¿Por qué se presentó al puesto de director del museo?

R Hay razones personales y profesionales. El museo es una guinda para cualquiera, tiene una de las mejores colecciones de España. La posibilidad de terminar mi carrera dirigiendo un museo como este era una tentación enorme. Es también una oportunidad para el museo contar con una experiencia de investigación. He hecho bastantes exposiciones. Tampoco tengo miedo de cambiar de ciudad. Venir a València es un privilegio.

P En los últimos meses ha habido altibajos en la dirección del museo. ¿Está al tanto?

R Sí, por la prensa. Lo primero que hice cuando presenté el proyecto fue mirar lo que decía la prensa para conocer el clima de la ciudad.

P ¿Conocía el museo?

R He venido de visitante y conocía bien las colecciones de arte de los siglos XVIII y XIX por mi trayectoria profesional y otras colecciones valencianas de arte público porque he trabajado sobre temas de identidad nacional y local desde los objetos.

P ¿Ha podido visitar ya todo el museo?

R Todavía no. He visto la quinta fase y espero verlo todo en breve.

P ¿Qué planes expositivos tiene?

R Pienso en varias escalas. Quiero continuar con la tradición de revisar grandes obras de valencianos, como Vicente López. Son exposiciones de mucho presupuesto y esfuerzo intelectual. Igual se puede hacer una cada año y medio o dos porque cuestan mucho dinero, pero hay pintores que merece la pena revisar. Por ejemplo, Emilio Sala, Antonio Gisbert... Luego hay exposiciones medias que se pueden hacer utilizando los fondos de la colección. También pienso en colaboraciones con otros museos.

P La ampliación del museo nos ha costado décadas. ¿Esos plazos son un lastre para un museo?

R Esos temas de gestión quedan al margen del director. Yo he sido nombrado para gestionar la colección, establecer criterios científicos en las exposiciones.

P ¿En qué lugar debe estar el Bellas Artes respecto a otros museos de la ciudad?

R El museo es la colección más importante de pintura histórica. Me gustaría poner el museo como referencia fuera de València. Un museo como este y lo que se hace debe tener repercusión más allá de València. No es un museo provincial. Es uno de los grandes museos españoles y los grandes tienen que traer público de fuera de sus ciudades.

P El día de su presentación, sobre la cuestión de personal, sí calificó el museo como «provincial».

R Lo que dije es que los museos importantes de algunas ciudades, a veces, tampoco tienen mucho personal. Hace falta personal, conservadores especializados, más personas para la gestión diaria... Para eso es necesario presupuesto.

P Pero eso no depende del director.

R El director puede presionar, se puede poner pesado, ir a las consellerias y decir lo que necesito.

P ¿Y se va a poner pesado? Ya se ha reunido con el conseller de Cultura, Vicent Marzà.

R Sí, pero ha sido una reunión de guante blanco (risas). De todos modos, el capítulo de presupuestos no depende solo de Cultura. Y Carmen Amoraga [directora general de Cultura] ya anunció públicamente que iban a salir plazas de forma inminente.

P ¿La llegada del CaixaForum supondrá más competencia para los museos valencianos?

R No sé cuál será su posición en València, pero no entra en competencia con el Bellas Artes. La existencia de distintas ofertas es positiva. Me gustaría que la ciudadanía fuera consciente del valor cultural del museo. Vivimos en una época de centros culturales con edificios de relumbrón. Y eso está bien, pero la memoria de la ciudad está en los museos históricos. Debe haber un respeto, aprecio y cariño por ellos, que la gente no se deje llevar por la novedad. La joya de la corona del arte valenciano está aquí.

P ¿Va a colaborar con otros museos valencianos?

R Eso desde luego, está en mi proyecto. Uno de los puntos que resalto es hacer intercambio de obras y puestas en común. No arbitrariamente. Pienso en colaboraciones con el IVAM o con el Museo Nacional de Cerámica. Quiero que los objetos circulen y se presenten en paralelo, incluso exponer obras que están en despachos institucionales.

P ¿Qué le parecería un ley propia para el Bellas Artes?

R Me vas a permitir que no diga nada porque no soy gestor, sino historiador del arte. Sería muy pretencioso que yo tuviese una idea sobre un proyecto así. No vengo con una idea jurídica preconcebida porque no he sido llamado para ello.

P Pero la autonomía sí daría más libertad al director para actuar.

R Probablemente sí, pero no hay que olvidar la historia del museo. Aquí hay grandes patas: la Real Academia de Bellas Artes; la titularidad de los fondos, que son del estado; y la estructura organizativa, que depende de la Generalitat. Para tener una autonomía hay que verlo todo.

P ¿Ha leído el plan museográfico?

R No lo conozco, pero aún está pendiente y en proceso de licitación. No es mi tarea inmediata. Es algo a medio plazo.

P ¿Cuál es su concepto de museo?

R Quiero revisar los espacios expositivos, hacer selección de las piezas... Me gustaría ir ensayando poco a poco. Pero no creo que haya muchas discrepancias con el plan museográfico.

P ¿Qué planes tiene con Sorolla?

R Me asombra que, habiendo tantos pintores valencianos de primer orden de su época, a los valencianos solo les interese Sorolla. Ocupa un lugar central de la pintura valenciana y de su tiempo. Hay que ver los Sorollas que hay en el museo y deben tener un peso fundamental. No entiendo esa obsesión por Sorolla. Yo tengo una idea mas democrática, más heterogénea. Sorolla es un mito y como tal debe tener un papel fundamental. Pero, ¿y Muñoz Degrain, Pinazo o Fillol? Para entender a un artista hay que entender a los demás. Un museo tiene que construir determinado relato y necesito a todos los artistas. No voy a relegar a Sorolla, al contrario, me parece fundamental, pero se me escapa que se pueda convertir en un tema polémico. Un museo debe contar con las obras que se tiene. La colección tiene una historia. Claro que me gustaría tener todos los Sorolla, pero un museo es un relato.

P ¿Ha estado al corriente de la polémica en torno a la Colección Delgado y las dudas en la atribución de un Velázquez y un Murillo?

R Está bastante demostrado que no se trataba de un Murillo. Ante cualquier nueva atribución hay que ser muy cauto. Es necesario atender a más de un especialista y no dejarse llevar por el relumbrón de acabar de descubrir algo porque después pasa lo que pasa.

P ¿Algo que le haya impresionado especialmente del museo?

R Me siguen impresionando los retablos, quizás porque no es mi especialidad. Los miro y veo que son de primer orden. El Ribera es maravilloso y me encanta Muñoz Degrain. Son espectaculares. Sorolla es muy bueno, pero Muñoz Degrain es espectacular.

P ¿Vamos a ver más Muñoz Degrain, entonces?

R No lo sé, la pasión hay que contenerla, pero sí me parece muy interesante...

P ¿Cómo va a atraer al valenciano al museo?

R No entiendo por qué el valenciano no viene al museo. La clave son las exposiciones. Me extraña que un museo tan importante no tenga más repercusión en la ciudad, que los valencianos no estén tan orgullosos del museo.

P ¿Los museos deben ser gratuitos?

R Sí. Son mecanismos de identidad social y formas de conocimiento y placer. Deben ser financiados por los presupuestos públicos, como la sanidad o la educación.

P Todavía quedan por inaugurar exposiciones temporales ya previstas.

R La de Vicente López estamos estudiando cómo abordarla porque es de mucha envergadura. No es una exposición cualquiera. Requiere préstamos muy delicados. Junto con Goya, es un pintor de primer orden de su tiempo.

P ¿Cómo plantea la relación con el coleccionista?

R Los coleccionistas valencianos han sido muy generosos siempre con el museo. Me gustaría que hubiera una buena relación siempre que sea científica. El museo no es un escaparate de exposiciones particulares.

P ¿Entra el patrocinio en sus planes?

R Acabo de hablarlo con la gerente. Me encantaría encontrar patrocinios específicos. Los patrocinios requieren una estructura jurídica compleja. Todos los grandes museos tienen patrocinadores. Sería fundamental que un empresario financiara parte de una exposición. Yo puedo llamar a puertas, pero hace falta una cultura de la esponsorización.