El pleno de Consell Valencià de Cultura (CVC) alertó ayer sobre el riesgo de pérdida de los derechos culturales como consecuencia de la pandemia de coronavirus, un aspecto que se recogerá en el informe sobre la situación de los sectores culturales a raíz de coronavirus que estará acabado en otoño.

El último pleno del CVC antes del verano trabajó en la introducción de ese informe, que recogerá datos sobre la situación de la cultura antes de la pandemia, el impacto de la crisis y las primeras ayudas de las Administraciones, y estará finalizado en el inicio del otoño porque la recogida de datos, la interpretación y la visión del conjunto requiere de «rigor y equilibrio».

El trabajo que están elaborando los consejeros del CVC en esta materia se centralizará en un grupo redactor que se constituyó ayer, y que dará forma al informe definitivo, en el que también se abordará el papel de la educación en la formación de públicos.

El pleno debatió y aprobó un informe sobre la rehabilitación prevista del muro norte de la iglesia de Artana, sobre la cual hay una cierta polémica, y otro sobre la modificación del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar, que deriva de uno que el CVC emitió sobre la misma cuestión en febrero de 2019 y señala que las modificaciones se ajustan a lo expresado en ese informe.

El CVC aprobó una declaración sobre el despoblamiento rural, en la que alerta de que las soluciones deben ser puestas en práctica con la colaboración público privada.