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Sandra Guimarães: "Bombas Gens debe dar un paso decidido hacia su expansión"

La nueva directora ve posible tender puentes con el IVAM, sobre todo después del nombramiento de Enguita

Vicent Todolí, Susana Lloret y Sandra Guimarães. f.calabuig

Conocía con anterioridad València.

Estuve aquí hace más de 10 años, como turista, y la última vez que vine fue en 2017, después de la apertura de Bombas Gens. Desde el inicio me interesó el proyecto y seguí lo que se iba haciendo. Trabajé durante unos años con Vicent Todolí en Serralves y después de que se fuera a dirigir la Tate Modern seguimos en contacto. Ha sido una relación muy enriquecedora. Sabía que estaba asesorando esta colección, por eso, desde el principio me interesó, porque sé que su manera de entender una colección es muy específica y singular. Siempre hace algo que no se ha hecho en otro lugar, y eso lo vi ya en Oporto.

Su incorporación a Bombas Gens también supone un compromiso con la ciudad. ¿Qué le parece València?

Las ciudades están vivas, por lo que siempre están en movimiento. Desde el primer momento que pisé València sentí su buena energía, las ganas de hacer cosas que tiene la gente de aquí. Ahora tengo la oportunidad de investigar desde València y desarrollar un programa que no solo sea internacional, sino que esté conectado con la gente de aquí. Nos vamos a ocupar de las cuestiones que son urgentes, es decir, la programación va a estar conectada con el entorno y con el tiempo que vivimos. Muchas veces, las temáticas que surgen desde lo local son universales. A mí me interesa eso. He aceptado este reto con el compromiso de continuar con el buen hacer de la fundación y aprender la cultura valenciana a través de los encuentros que se van a suceder aquí.

Nuria Enguita ha dejado cerrado el programa de Bombas Gens de aquí a dos años, de modo que usted se centrará en los dos siguientes. ¿El visitante notará el cambio de rumbo en la oferta expositiva?

Bombas Gens es un proyecto ambicioso desde el principio. Me gustaría hacer exposiciones que no se puedan encontrar en otro lugar. El público lo va a notar, claro. Yo tengo mi propio punto de vista, aunque comparto muchas afinidades con Nuria y Vicent. Trabajar a partir de esta conexión va a ser estimulante. Muchos de los artistas que han expuesto aquí y que tienen sus obras en la colección me interesan. Coincido con la manera de trabajar de la fundación porque la base de su labor es la investigación. Me gustaría que la próxima etapa fuera expandir el museo, a la vez que consolidar lo que ha hecho Nuria.

Hace un año que supo que se trasladaría a València para ocupar el puesto de directora del centro, de modo que ya conoce la Colección Per Amor a l'Art. ¿Qué líneas de investigación le gustaría seguir?

La conozco, pero no en profundidad. Son más de 2.000 piezas. Me gustaría ver cómo evoluciona la colección y ver las conexiones que se pueden hacer entre las obras. Muchas de las piezas que están aquí son de artistas que tienen una voz muy personal. Me interesa mucho también el lado histórico de la colección, que empieza desde el siglo XX hasta nuestros días. Me interesa la visión actual del arte, la que apela a problemáticas de hoy. El lado más comprometido y político del arte. Político en el sentido de levantar preguntas que son pertinentes. Quiero pensar que este lugar va a ser un espacio de libertad para el visitante.

Ha seguido la evolución del museo desde su fundación. ¿Qué resaltaría y qué cambiaría de los tres años de Bombas Gens?

No podía decir las cosas que cambiaría. Como yo soy otra persona, haría las cosas a mi manera. Por otra parte, me gustó mucho que se tuviese claro que se iba a trabajar a partir de la colección, con exposiciones como «¿Ornamento = delito?» o «Bleda y Rosa». También me gusta el hecho de estar rodeada de historia. Esta antigua fábrica es un contenedor que también puede servir de inspiración para otros artistas. Me gustaría dar continuidad al hecho de centrarse en el artista, como ocurrió con la exposición de Inma Femenía.

Nuria Enguita va a dirigir un museo público a tan solo pocos metros de Bombas Gens. ¿Se cocina algún convenio de colaboración?

Lo veo como una posibilidad, pero no solo con el IVAM, sino con otras instituciones de prestigio. Las dos acabamos de incorporarnos a nuestros nuevos puestos, por lo que todo está abierto.

Su objetivo va a ser expandir el museo en el ámbito nacional e internacional, pero Bombas Gens todavía no es muy conocido en ámbito autonómico.

Todo influye. El mes que viene vamos a inaugurar la exposición de Anna-Eva Bergman en el Museo Reina Sofía. El objetivo es tender puentes desde todos los niveles y ahora más que nunca. Bombas Gens debe dar un paso decidido en su expansión, y eso se traduce en convenios de colaboración, encuentros e investigación.

¿El Museo Serralves es el referente? Usted trabajó allí como curadora desde 1998 hasta 2010.

Cada institución es diferente. Pero sí, Serralves puede ser una inspiración. Consiguió expandir su programación al resto del país con una oferta internacional.

Asume la dirección del museo en plena pandemia. ¿Reforzará la experiencia virtual de Bombas Gens?

Sí, pero con proyectos específicos para el formato virtual. Nada sustituye la experiencia de venir al museo y contemplar el arte en directo. La experiencia virtual no va a poder sustituir eso. Por ello, hay que invitar a la gente a que visite el museo y que lo viva. El arte también es curativo, y ahora más que nunca necesitamos cuidarnos.

«Su experiencia en Portugal y Canadá permitirá extender nuestras redes »

«Su experiencia permitirá extender nuestras redes. No dudamos ni un segundo al escogerla», aseguró Vicent Todolí, director del área de arte de la Fundación Per Amor a l'Art sobre la nueva directora de Bombas Gens, Sandra Guimarães. La presentación contó con la asistencia de la propia responsable y de la vicepresidenta de la entidad, Susana Lloret. Guimarães coincidió con Todolí en el Museo de Serralves de Oporto y luego se trasladó al Remai Modern de Saskatoon, en Canadá. «Una de las líneas principales de Serralves era extender la colección a todo el país. Se creó un programa de itinerancia que permitió llevar exposiciones a prácticamente todas las ciudades de Portugal. Esa es precisamente una de las lineas que queremos implementar. Ya estamos dando a conocer nuestra labor en el ámbito nacional y nuestra intención es extender esta red más allá. Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma. Es decir, si la gente no puede venir hasta aquí a ver la colección, entonces iremos nosotros», señaló Todolí, que destacó además, la experiencia de Guimarães «trabajando con artistas» y «realizando programas para captar nuevos públicos».

Tal y como explicaron ayer, la salida de Nuria Enguita estaba pactada desde hacía más de un año, cuando la antigua directora de Bombas Gens anunció a su equipo que tras el tercer aniversario del centro de arte iría en busca de nuevos retos profesionales. Fue entonces, hace un año, cuando la fundación fue en busca de candidatos a la dirección y encontró a Guimarães. «Nuria esperó a consolidar el lanzamiento de Bombas Gens. Nosotros sabíamos que quería ser independiente», aclaró Todolí.

Por su parte, Susana Lloret señaló que «la Fundació Per Amor a l'Art es un proyecto vivo. Eso quiere decir que evoluciona y cambia, pero no de cualquier forma, porque su propósito sigue estando muy definido: compartir la Colección Per Amor a l'Art y sensibilizar a cuantas personas sea posible conectándolas con el arte».

Lloret añadió que «en la búsqueda de ese doble propósito; consolidar lo esencial y abrirnos a nuevos horizontes, presentamos una nueva etapa que se inicia y una nueva persona que la impulsará».

Según Lloret, la nueva directora artística llega en un momento en el que el centro de arte goza de un reconocido nivel de calidad y prestigio y con el reto de mantener el la gestión de Enguita, así como llegar a nuevos públicos y ampliar su proyección internacional.

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