Dos meses después de que el Palau de la Música denunciase la desaparición de 5.550 euros de una caja seguridad situada en el despacho del director Vicent Ros, la Policía Nacional empieza a descartar que la falta del dinero se debiese a un robo cometido mientras el auditorio permanecía cerrado y sin actividad.

La presunta desaparición del dinero tuvo lugar durante el mes de agosto, la investigación dio comienzo en septiembre después de que el director del Palau denunciase los hechos, y desde entonces los agentes del grupo de robos de la Brigada de Policía Judicial de València y de la Brigada de la Policía Científica no han obtenido ninguna prueba fehaciente de alguna persona accediese al despacho de Ros y, sin forzar la caja, se llevase 5.550 euros guardados en una caja de seguridad para abonar la devolución de las entradas de conciertos cancelados.

Así las cosas, y según ha podido confirmar este periódico, la Policía no descarta que, en vez de un robo, lo que hubo fue un «desajuste contable» entre el dinero contabilizado en la caja antes de que el Palau cerrase sus puertas en agosto y el personal se fuera de vacaciones, y el recuento efectuado al regresar a la actividad en septiembre.

Y no son los investigadores los únicos que apuntan esta posibilidad. En el Consejo de Administración extraordinario del Organismo Autónomo Municipal celebrado el pasado 2 de octubre, el director Vicent Ros dijo que no se descartaba la posibilidad de que se hubiese producido un «descuadre contable». Ros añadió que «todo lo que estaba sucediendo», en referencia a la denuncia y a la investigación, «es por querer ser transparentes» y que, pese a eso, se les estaba «acusando de falta de organización en vez de valorar la excelente programación cultural y el trabajo del personal del organismo».

En aquel mismo consejo convocado para informar sobre el robo, la presidenta del Palau, y concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, informó de que desde el 23 de junio al 30 de julio se hicieron «arqueos diarios» de la partida destinada a la devolución de las entradas (178.000 euros), no apreciándose ningún descuadre durante ese periodo.

El 31 de julio, añadió Tello, último día de apertura del Palau, el arqueo realizado por dos empleados y el jefe de taquillas «fue correcto» y se requirió al personal de seguridad para que abriese el despacho del director y depositase el dinero restante.

El 1 de septiembre, y según también el relato de la presidenta del OAM, el jefe de taquillas solicitó a la secretaria del director que abriese el despacho para recoger el dinero y continuar el proceso de devoluciones. «Hecho esto, se procedió a realizar el arqueo de dinero por los taquilleros, constatando la falta de unos 5.550 euros», concluyó Tello.

Tras esta exposición, y después de que la concejala del PP, Julia Climent, preguntase sobre la posibilidad de que el último de los arqueos realizados no fuese correcto, Ros reconoció que esta posibilidad «no se descarta» y Tello aseguró que «todas las hipótesis están abiertas». La presidenta de la OAM también dijo ese 2 de octubre que la Policía recomendaba «no hablar de robo».

Pese a ello, el 13 de octubre, durante la presentación de la Mostra y tras ser preguntada por la investigación por la desaparición de los 5.500 euros, la propia concejala indicó que «aquí no ha venido un ladrón de fuera a robar. Eso es evidente. Eso lo sabemos todos. No es nadie que ha venido de la calle. Aquí hasta cuando entro yo me apuntan. Está todo supercontrolado», declaró.