Una mujer que pierde a su marido en un accidente de buceo, una hija adolescente que mantiene una extraña relación con su abuelo y un pasado que bate contra el presente como las olas en una isla que se convierte, o no, un refugio. Protagonizada por Juana Acosta y dirigida por la cineasta venezolana -pero residente en València-, Claudia Pinto (directora y guionista, entre otras, de «La alquería blanca»), ‘Las Consecuencias’ es, según la realizadora, una «thriller emocional» sobre «el miedo y la maternidad» que formula al espectador una pregunta importante: ¿conviene escarbar en los secretos familiares o es mejor el silencio?

«Las verdades liberan. Si estos personajes se hubiesen dicho la verdad unos años antes, se habrían ahorrado unos cuantos problemas», señaló Pinto ayer, tras el pase en los cines Lys de esta película que se estrena el próximo viernes.

Contaba la directora que tras la buena acogida de su primer largometraje (’La distancia más larga’, Premio Platino a la mejor ópera prima en 2015) se planteó el eterno «y ahora, qué». «Hacer una película como esta lleva mucho tiempo y que tienes que hacer algo que te apetece de verdad, algo que necesites contar. Yo estaba embarazada y lo que me latía en ese momento era esa sensación tan bestia de que iba a ser responsable de otra persona. Partiendo del miedo a hacerlo mal, a que mi hijo esté en peligro y que no me dé cuenta, al miedo a la verdad o a no contar algo para protegerle, empecé a crear la historia».

Juana Acosta interpreta a Fabiola, un personaje «frágil y complejo» que se debate entre dos fuerzas cuya lucha la actriz colombiana ejemplifica en una escena: «Cuando sale del agua y da esa bocanada al principio es como que sale de un limbo entre la vida y la muerte. Por una parte, tira de ella su marido que se ahoga, y por la otra su hija (interpretada por María Romanillos) que la llama a la vida y le dice que la necesita».

La protagonista de ‘Las consecuencias’ va saliendo del agujero, «y al hacerlo se da cuenta de que su hija ya no es una niña y que se ha creado entre ella y su abuelo (Alfredo Castro) una relación que tiene cosas que no le gustan». El trauma es inevitable pero, según la actriz, «liberador porque se quitan las máscaras, porque se hablan desde la verdad, porque hasta que no sabes lo que ha sucedido, el dolor se enquista».

‘Las consecuencias’ transcurre en su mayor parte en una isla volcánica sin nombre aunque una parte del rodaje se llevó a cabo en la isla canaria de La Palma. La naturaleza juega un papel importantísimo, con el mar sonando en todo momento como una letanía, «como un testigo que hace sentirse pequeños a los personajes pero que también les da momentos para respirar», dice Pinto.

Fue un rodaje difícil y no solo por haber sido interrumpido por tempestades y pandemias. «Ahí nunca había rodado nadie porque solo se podía acceder por mar… Fue una absoluta locura pero eso hace que la película tenga un mundo propio».

Pinto defiende, no obstante, la «valencianidad» del proyecto. València es parte del argumento y del escenario. «Casi todo el equipo de rodaje valenciano, el pueblo de la isla al que llegan es Marines Viejo, los planos subacuáticos se hicieron en Sagunt, la casa de la madre de Fabiola es en Gilet...», confirma Pinto