La evolución del bodegón al abstracto se explica a la perfección en la exposición de Jordi Teixidor (València, 1941) en el IVAM. 'Final de partida' es una clase de arte práctica de lo más pedagógica y honesta. Uno de los mejores pintores valencianos que se sabe lo que piensa a través de sus cuadros. "Empecé siendo un pintor abstracto en València y he permanecido fiel, con mayor o menor éxito, a lo que considero que era mi manera de poder expresar y de llegar a entender qué es el arte y que nunca llegamos a entender dónde empieza o acaba", dice en la presentación de la exposición que se puede ver hasta el 5 de junio.
El cuadro principal que da título a la muestra: 'Fin de partie. La Rivière', una pintura de grandes dimensiones al que ha dedicado 18 años de trabajo y que toma como referencia sus estudios de las obras ‘Bañistas en el río’ y ‘Porte-fenêtre à Collioure’, de Henri Matisse, y que alude a la jugada de ajedrez en la que se tira al rey para dar por finalizado el juego en tablas, como explica en la entrevista publicada el domingo pasado en estas páginas.
La exposición rastrea esas fuentes de inspiración del artista. De ahí la inclusión de un bodegón barroco de Juan van der Hamen, un género que sigue fascinando al artista, y de dos artistas que han influido en su trabajo: Barnett Newman y Ad Reinhardt. Un recorrido entre setenta obras de uno de los máximos representantes de la abstracción española, procedentes de los fondos del IVAM, de museos e instituciones y de la propia colección particular, que concluye en un espacio íntimo donde se muestra el pequeño lienzo 'Bodegón' de Juan van der Hamen.
Teixidor invita a reflexionar sobre la historia del arte a través de los bodegones. Mantiene que desde la antigüedad, pasando por Caravaggio y el cubismo jugaron con los juegos donde "nunca la naturaleza muerta fue menos muerta". Pero la llegada de Picasso, Braque o Juan Gris rompen con la visión naturalista para representar un nuevo concepto para entender la relación de colores y los espacios de silencio, o sea los bodegones vacíos, la soledad.
La exposición, en la que hay muchos cuadros inéditos, acaba en una especie de capilla donde se ha hecho un "espacio de meditación"; allí, el espectador se puede sentar rodeado de seis cuadros negros que "provoquen una situación reflexiva sobre sí mismo, no sobre la pintura". "La pintura tiene valor en sí misma, no en lo que veamos o podamos hablar. Tiene que ser válida por sí misma, esa es la manera de que permanezca en la historia", ha indicado el artista.
Moderno abstracto impuro
Con ‘Final de partida’ el IVAM revisa los más de 50 años de trayectoria de Teixidor, tras la primera exposición que le dedicó el museo en 1997. “La intención es recopilar unos momentos determinados de su itinerario artístico y establecer nuevos diálogos que dan cuenta de la coherencia de su lenguaje plástico”, explicado la directora Nuria Enguita. Según la directora del IVAM la exposición muestra "una serie de momentos significativos en su trayectoria" y pone su obra en relación con otros autores que han sido fundamentales en su obra. Un trabajo "al mismo tiempo reflexivo y primordial, místico y espiritual, muy difícil de clasificar". Un pintor moderno, abstracto e impuro.
El comisario Ramon Escrivà insiste en que no se trata de una retrospectiva de Teixidor, que en la actualidad se encuentra "en plena forma" creativa y de hecho alguna de las obras expuestas son del año pasado. Escrivà destaca que la poesía y la literatura son fundamentales en su obra, y muestra de ellas son las referencias literarias presentes en algunas obras de Teixidor, para quien el color negro "es fundamental. Está siempre presente". "Después de cincuenta años sigue insistiendo en la depuración formal, el uso del color, la idea de corporeidad, el uso de la madera o la idea del marco y el dintel”, explica.
Las obras expuestas proceden de la Fundación Juan March, Colección Banco Sabadell, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, Real Academia de San Fernando de Madrid, Colección Banco de España y Galería Nieves Fernández, así como de la colección particular del artista y de los fondos del IVAM. Ahora hay que esperar si el museo valenciano que forma parte de la vida artística de Teixidor también adquiere alguna de sus obras nuevas.
