La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de València tiene previsto aprobar este viernes la adjudicación a la empresa Bertolín -en una UTE con Becsa- del proyecto de rehabilitación del Palau de la Música. A partir de ahora, se abre un plazo de 15 días para presentar posibles alegaciones a esta adjudicación. En el caso de que no los hubiere, el ayuntamiento confía en firmar el contrato e iniciar el próximo mes de marzo las esperadas obras que, según los plazos previstos, estarían acabadas a mediados de 2023. En el peor de los casos -es decir, si hubiese alguna alegación-, la rehabilitación y la reapertura del auditorio municipal volvería a retrasarse. Es algo que ya ocurrió en la fase de redacción y licitación del proyecto, por ejemplo.

La adjudicataria, la UTE Bertolín-BECSA, ha obtenido la mejor puntuación del proceso de licitación con una oferta final de 10.593.697,15 euros, IVA incluido, lo que supone una baja económica respecto al presupuesto de licitación de un 16,52 %. La concejala de Gestión de Recursos del Ayuntamiento de València, Lluïsa Notario, ha detallado que “llegamos a la parte final de un proceso que culminará con unas obras necesarias y ambiciosas porque no nos hemos limitado a plantear la reparación de desperfectos sino que hemos querido afrontar una rehabilitación integral en el Palau de la Música”.

Ahora, tal como ha recordado Notario, una vez se adjudique la ejecución de las obras se abrirá un plazo de 15 días para la presentación de alegaciones y a continuación se podrá firmar el contrato, momento a partir del cual la empresa adjudicataria ya podría comenzar todos los trabajos de planificación de cara al inicio de las obras, que tendrán una duración estimada de 15 meses.

En julio del pasado año la concejala de Gestión de Recursos presentó en el ayuntamiento el proyecto de reforma del Palau de la Música realizado por la empresa Santatecla Arquitectos, con la previsión de que las obras se adjudicasen al final del primer semestre de 2022 y que tuvieran una duración de 18 meses.

El presupuesto base del proyecto, anunció entonces el consistorio, rondaría los 12,5 millones de euros. Finalmente, el ayuntamiento podría arañarle unos meses al calendario anunciado en aquella ocasión -se dijo que se adjudicaría a finales del primer trimestre de 2022-, e iniciar las obras antes. Además, y como mejora en su candidatura, Bertolín se ha comprometido a ejecutar la rehabilitación del Palau en un plazo de 15 meses y con un presupuesto de 10,59 millones.

Cerrado desde julio de 2019

El Palau de la Música de València permanece cerrado desde julio de 2019 por el desprendimiento de parte del techo de las dos salas principales y la detección de filtraciones de agua en el sistema de climatización. De esta forma, podrá estar cuatro año sin dar servicio al público. Tanto la concejalía de Recursos como la presidencia del organismo autónoma, ostentada por la concejala de Cultura, Gloria Tello, han atribuido esta demora al garantismo de la ley que regula la concesión de contratos.

El proceso para presentar un proyecto de rehabilitación sufrió varios meses de retraso sobre lo previsto por la paralización de la actividad administrativa durante la pandemia y, sobre todo, por los recursos que se presentaron y que se acabaron resolviendo a favor del ayuntamiento.

“Todo el trámite administrativo se ha cimentado en dos premisas: la celeridad, porque sin declarar de urgencia estos trámites los plazos se habrían alargado, y la legalidad, porque dentro de la ley vigente nadie podría haber reducido ni un solo día la duración de estos trámites”, ha añadido la concejala, quien ha lamentado “la predisposición para generar ruido de unos partidos de la oposición que no han aportado ni una sola propuesta legal para acortar los plazos para la licitación de estas obras”.

Está previsto que las obras finalicen a mediados de 2023

Notario ha recordado hoy que la caída de una zona del techo de la Sala Rodrigo y el estudio para comprobar el estado de los revestimientos acústicos de la Sala Iturbi permitieron al gobierno municipal plantear una intervención de rehabilitación integral del edificio para poder adecuar las instalaciones y reformar por completo las dos salas principales. A partir de ese momento hemos tomado decisiones para agilizar al máximo que permite la ley todo el procedimiento, como por ejemplo la asunción de la tarea por parte del servicio municipal de Arquitectura y Servicios Centrales Técnicos, y declarando la urgencia en las tramitaciones por el servicio de Contratación para acortar al máximo los plazos posibles.

Además, ha recordado la traba que supuso el recurso a la licitación de la redacción del proyecto presentado por el Colegio de Arquitectos, con la consecuente paralización de los trámites hasta que el tribunal competente avaló la actuación municipal desestimando el recurso. Junto con un segundo recurso a la adjudicación de la redacción del proyecto, que también acabó desestimado, la paralización de los trámites se prolongó durante medio año.

Un espacio renovado

El proyecto de remodelación ya no solo busca solucionar los desperfectos y las filtraciones, sino que “pretende convertir el Palau de la Música en un espacio renovado que se adapte a las necesidades de seguridad, sostenibilidad y de calidad técnica que le permita desarrollar la actividad cultural en condiciones óptimas”, ha explicado la concejalía.

Por ello, se decide realizar una intervención en el edificio que abarca no sólo la reforma de las dos salas para mejorar la sonoridad, sino también la renovación de diferentes instalaciones “con el fin de disminuir el consumo energético, la reparación del aplacado de piedra en fachada y la eliminación de filtraciones de agua en la sala de exposiciones”. Además, todas las intervenciones irán dirigidas a preservar y recuperar, en la medida de lo posible, la idea del proyecto original redactado en 1984 por el arquitecto José María García de Paredes.

El proyecto incluye la sustitución de los reflectores acústicos afectados por la humedad, en mal estado y con riesgo de desprendimiento. Estos reflectores son todos los de la Sala Rodrigo y los que se encuentran sobre las tribunas laterales de la Sala Iturbi. Se proyecta también la sustitución del resto de los reflectores de esta sala.

Los nuevos falsos techos y reflectores acústicos se ejecutarán con los mismos acabados de madera que hay ahora, pero con tableros de base menos sensibles a la humedad, y manteniendo un comportamiento óptimo para conciertos de orquesta en la Sala Iturbi y de música de cámara en la Joaquín Rodrigo. Para conseguirlo, el Departamento de Física Aplicada de la UPV ha obtenido los parámetros acústicos de las dos salas (Iturbi y Joaquín Rodrigo) y se han escaneado en tres dimensiones para poder reproducir la geometría de los techos con exactitud.

El proyecto incluye finalmente volver a poner en marcha los paneles móviles de los paramentos laterales de la Sala Iturbi, que se incorporaron en los primeros años de uso del edificio para regular el nivel de absorción y el tiempo de reverberación y que hace muchos años que no se utilizan. Con la reutilización de estos paneles, el comportamiento acústico de la sala se parecerá en la situación de ensayos (sala vacía) y conciertos (sala llena), y facilitará el trabajo diario de la orquesta. También se conseguirán mejores condiciones acústicas en el uso para música de cámara.

Los responsables del proyecto han decidido mantener las butacas del Palau, pero desmontarlas para permitir los cambios en el sistema de impulsión del aire acondicionado y reponerlas después, previa limpieza, una vez terminadas las obras.