Les Arts cierra su temporada operística a lo grande, con una imponente puesta en escena para Wozzeck, de Alban Berg, que incluye una casa volante de más de seis toneladas y una lámina de agua sobre el escenario de 450 metros cuadrados.

La obra, que se ensaya en Les Arts desde el 19 de abril y que se estrena el próximo día 26, supone el mayor despliegue técnico de la historia del teatro lírico valenciano. Para poner sobre la escena elementos de tal envergadura se han necesitado cuatro camiones tráiler para trasladar las 20 toneladas de material para el montaje. Solo para la casa se ha desarrollado un proyecto de ingeniería diseñado específicamente para ella. La casa dispone, además, de una instalación eléctrica completa para la iluminación escénica. Para su movimiento se utilizarán 28 varas y cuatro motores, «todos ellos perfectamente sincronizados», explican desde Les Arts. El peso total de la casa y el aparejo de vuelo eleva a 8,3 la cantidad total de toneladas en el aire. «Se trata de la primera vez que un montaje en Les Arts incluye un elemento suspendido de dicha magnitud», señalan.

Además, el escenario de Wozzeck estará cubierto por una lámina de agua de 450 metros cuadrados, «que obliga a un incremento y seguimiento tanto de los protocolos de seguridad en el trabajo, como en la atención y cuidado de las instalaciones y también de los elementos de utillería y vestuario».

Para levantar este montaje, más de 40 técnicos trabajarán durante cada representación, entre los que destacan los 19 profesionales necesarios para la realización de las numerosas caracterizaciones especiales que necesita esta ópera.

Este complejo montaje del director alemán Andreas Kriegenburg cuenta con dirección musical de James Gaffigan, titular de la Orquestra de la Comunitat Valenciana.

Cien años después de su composición, Les Arts representa por primera vez en València esta «revolucionaria ópera, de obligada programación para los grandes teatros del circuito internacional, que marcó las pautas para el desarrollo y la evolución del teatro musical de los siglos XX y XXI», señala el coliseo.

La puesta de largo de Wozzeck en València, supone, además, el debut operístico de James Gaffigan, que llega a València después de su presentación en la Opéra de París con Manon y de su regreso al Metropolitan de Nueva York con Yevgueni Oneguin y Le nozze di Figaro. Tras el reto que supuso el Réquiem de Mozart escenificado por Romeo Castellucci, «el maestro neoyorquino se encuentra inmerso en los ensayos de esta monumental y exigente partitura que requiere la participación de casi 200 artistas para su interpretación», explican desde Les Arts.

El Cor de la Generalitat y la Orquestra de la Comunitat Valenciana estarán acompañados por la Escolania de la Mare de Déu dels Desemparats, 15 figurantes y un elenco de «prestigiosas» voces del repertorio alemán, que encabeza el barítono sueco Peter Mattei, intérprete de referencia del papel protagonista en el plano vocal y escénico, junto a la soprano holandesa Eva-Maria Westbroek (Marie) y el tenor británico Christopher Ventris (Tambor mayor).

Obra maestra

Wozzeck está considerada por crítica y público como una de las puestas en escena más celebradas de la ópera. El trabajo de Kriegenburg recibió, en su estreno en la Bayerische Staatsoper de Múnich, calificativos de obra maestra, sobrecogedora y capaz de quitar el aliento. «Desafiante desde el punto de vista vocal y musical, el estreno de Wozzeck en València supone también uno de los mayores retos técnicos en la historia de Les Arts», repiten desde el teatro de la ópera.