El gran salto de la orquesta de Les Arts

Entre febrero y mayo de 2006 alrededor de 5.200 músicos de todo el mundo se presentaron a las audiciones dirigidas por Lorin Maazel para formar parte de la recién creada Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV). De esos más de 5.000 profesores que se acudieron a las pruebas en València, Nueva York, Milán y Helsinki, solo 66 fueron contratados como indefinidos y 19 como eventuales. Es decir, 85 en total aunque la intención de Maazel era llegar a 92. 

En 2015, tras una crisis económica hiriente, una evidente inestabilidad en la dirección artística y política y un ERE que no afectó a la orquesta pero que mermó la plantilla del Palau de Les Arts -y por consiguiente, también su prestigio-, la OCV -que en pocos años había logrado convertirse en una de las orquestas más prestigiosas de Europa- contaba con 55 profesores, de los cuales sólo 36 se habían sometido a aquellas implacables audiciones que Maazel había dirigido casi una década antes.   

Con Davide Livermore como intendente, Les Arts convocó en ese 2015 nuevas audiciones para cubrir 14 puestos de profesor, de modo que la plantilla subiera hasta los 69. Se presentaron 1.088 aspirantes, se preseleccionaron 366 y se ocuparon 13 vacantes.

Catorce plazas más

Cuando en enero de 2019 el actual director de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, se hizo con el cargo, la estructura estable con dotación presupuestaria de la OCV era de 74 puestos, de los cuales 54 estaban ocupados por personal fijo. Tras las últimas audiciones, la estructura de la OCV ha pasado a 76, de los cuales 70 son puestos fijos. Es decir, la orquesta de Les Arts ya tiene más profesores con su plaza fija que en época de Lorin Maazel.

En 2021, Les Arts inició un nuevo proceso para cubrir nueve plazas de la sección de cuerdas con un viola solista, un viola ‘tutti’, dos violonchelos ‘tutti’ y cinco violines ‘tutti’, a los que había que añadir la plaza de concertino que se había cubierto en un proceso anterior. Más de 400 candidatos de perfil internacional participaron en las audiciones. Uno de los nuevos músicos seleccionados fue la violinista valenciana Ines Romaguera.

«Estamos trabajando en un plan que permita llegar a una orquesta, correctamente estructurada, de 79 músicos», señalaba el pasado año Gaffigan en una entrevista para Levante-EMV. «Siempre se podría aspirar a una formación más numerosa -reconocía el maestro estadounidense-, pero también hay que tener en cuenta la realidad presupuestaria y la complejidad administrativa. Sé que en los últimos dos años se ha hecho un esfuerzo muy grande para convocar un número tan importante de plazas en un plazo de tiempo relativamente breve para lo que es normal en una orquesta». 

Según constataba Gaffigan en aquella entrevista, el actual director de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, estaba trabajando para «crear algunos puestos nuevos, muy importantes para la orquesta, e introducir algunos cambios que permitan que la orquesta cuente con la estructura adecuada y el equilibrio necesario dentro de cada sección».

Ahora, cuando está a punto de concluir 2022, Les Arts ultima las audiciones con las que quiere dar un nuevo salto en cantidad y, sobre todo, calidad a la plantilla de su orquesta. Desde principios de este año hasta ahora, media docena de músicos se han incorporado ya a la OCV tras haber pasado las pruebas supervisadas por el actual director, James Gaffigan.

Seis valencianos más

Se trata de los valencianos Carles Civera (en sustitución de una de las aspirantes a la plaza de violín elegida en 2021), Juan Manuel Real (trombón solista), Christian Ibáñez (trompeta coprincipal), David Rosell (trompa ayuda de solista) y Salvador Bolón (violonchelo solista), además de la ciudadrealeña Ana Naranjo (flauta cosolista).

Y durante este mes de diciembre se han realizado las audiciones para ocupar plazas en concertino asociado, percusión (cubierta por el valenciano Ignasi Domènech) y fagot y para cubrir de nuevo otras de viola, violín y violonchelo que se habían ocupado en 2021 y que volvían a estar libres.

El proyecto no está completo -quedan por sacar tres plazas para lograr el objetivo que se ha marcado Jesús Iglesias y reestructurar la plantilla- pero, tal como subraya el propio director de Les Arts, «en estos últimos cuatro años hemos dado un paso de gigante». «En este proceso hemos buscado sobre todo la calidad y, dentro de la calidad, se ha priorizado a un músico con la flexibilidad precisa para adaptarse a la línea de nuestra orquesta», explicaba ayer Iglesias a Levante-EMV. Esa flexibilidad, recuerda el responsable de Les Arts, es imprescindible para una ópera como la valenciana cuya programación va del barroco a obras contemporáneas como ‘Wozzeck’ o ‘Fin de partie’ y que también ha impulsado en los últimos años un amplio ciclo sinfónico.

El resultado de este proceso, concluía ayer Iglesias, ha sido la configuración de un conjunto en el que las nuevas incorporaciones, la mayoría de ellas jóvenes, conviven con algunos de esos músicos que lograron pasar la criba de Maazel: «Se ha conseguido un equilibrio entre calidad y experiencia y calidad y juventud y el resultado es que nuestra orquesta, que siempre ha tenido mucha calidad, está en uno de sus mejores momentos». 

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