Más de 400 niños se convierten en embajadores de la posidonia

Más de 400 niños se convierten en embajadores de la posidonia

Francisco Calabuig

Saray Fajardo

Saray Fajardo

"La posidonia es muy importante en el mundo" y, además, "hace de barrera para no destruir la costa". La pequeña Elizabeta, de seis años, alumna del colegio Ausiàs March dels Poblets y Martina Miñana, de ocho años, del colegio Les Vessanes (Dénia) lo tienen claro. A pesar de su corta edad, se han convertido en embajadoras de la posidonia con el objetivo de proteger los fondos marinos.

Elizabeta y Martina han formado parte del congreso sobre biodiversidad marina dentro del "Projecte Posidònia", que reunió ayer a más de 400 escolares, procedentes de Dénia, Teulada-Moraira y Poble Nou de Benitatxell, en el auditorio Mar Rojo del Oceanogràfic.

Este proyecto, que empezó el año pasado con el estudio y cartografiado del litoral de la Marina Alta, pretende poner en valor esta especie y mostrar las amenazas a los que se enfrenta. "Las praderas de posidonia son uno de los seres vivos más importantes que hay en el planeta", reconoce el director del proyecto Francisco Torner, quien añade que "se ha estudiado su distribución actual, ya que es una especie muy amenazada y, así, poder difundir su valor".

Así, a lo largo de la mañana de ayer, el alumnado de distintos cursos expuso los trabajos realizados en torno a la posidonia en relación con las buenas prácticas, la contaminación, la pérdida de la biodiversidad o la sobreexplotación de recursos marinos. Los más pequeños dejaron volar su mente y mostraron su creatividad y originalidad a través de algunas propuestas como la interpretación de una canción, la emisión de un podcast, fichas técnicas de la flora y la fauna o la creación de un cuadro, entre otros.

"No nos gusta el mundo donde vivimos porque es un mundo contaminado", reflexionaba el alumnado de 1º de primaria del CEIP Cervantes. Así, los más pequeños mostraron su compromiso con el medio ambiente y expusieron algunas de las amenazas a las que se enfrenta esta especie como la presencia de barcos o agua contaminada.

Método científico

El director del proyecto reconocía la importancia de tener en cuenta la visión de los niños, que utilizan el método científico. "Proponemos generar educación científica y estimularlos", señalaba.

Durante el congreso, Torner reconocía la importancia de la posidonia: "Tiene una capacidad de productividad tremenda porque genera sustratos que son el hábitat para muchas especies. También producen oxígeno y pueden almacenar carbono durante miles de años, lo cual mitigaría el cambio climático. Por otra parte, depura las aguas y elimina la toxicidad".

Oceanfest: el primer festival de divulgación y conservación marina organizado por el Oceanogràfic

A. Sahuquillo / L. Navarro

Las jóvenes Lyhan Ibarguen y Teodora Buzgaru, del IES María Ibars de Dénia, también han estudiado la posidonia en sus aulas. "Es importante porque es el hogar de muchas especies en el mar. Además, muchas playas necesitan de la posidonia para no inundarse por la subida de la costa", indicaban ambas, quienes, junto a sus compañeros, presentaron varios de los proyectos que han llevado a cabo en las aulas.

Leocadia García-Bartual, directora de la Fundación Oceanogràfic, también estuvo en el congreso. "Hemos generado conocimientos y se lo hemos trasladado a los escolares, ya que estas praderas son fundamentales para la salud de nuestro mar, por lo que debemos proteger el ecosistema", recalcaba.

Proyectos

Los distintos centros participantes se han involucrado durante todo el curso en este proyecto y han llevado a cabo varias actividades. Carlos Huerta, alumno de 3º de primaria del colegio Les Vessanes, explicaba que han realizado un pasadizo y un cuadro sobre la posidonia. Su compañera Martina Miñana añadía que también han reducido el uso de plástico. "Hemos ido a la playa a recoger la basura que la gente deja y cada día medíamos el uso de plástico en la clase", explicaba.

Durante la mañana, demostraron que ellos son el futuro del planeta y, por ello, deben trabajar, día tras día, para mejorar el mundo en el que viven. "Ellos son nuestros embajadores", reconocía la directora de la Fundación Oceanogràfic.