Entrevista | Luis Landero Escritor

Luis Landero: “A los 16 años juré ante el cadáver de mi padre que sería un hombre de provecho”

Luis Landero ha presentado este jueves en València "La última función", una novela sobre la "fe ilimitada en el arte": "A los 75 años sigo escribiendo con la misma ilusión que cuando era adolescente"

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València. / Miguel Ángel Montesinos

Voro Contreras

Voro Contreras

Tito, el protagonista de “Última función”, la nueva novela de Luis Landero, llegó al mundo con el don de una voz prodigiosa y el veneno del amor por la interpretación. Muchos años después, y tras haber incumplido casi todos sus sueños, Tito vuelve al pueblo que le vio nacer y, pese a todo, lo hace con la ilusión intacta y el ánimo suficiente para una última función porque, según escribe Landero, tiene una “ilimitada fe en el arte”.

El escritor extremeño, Premio Nacional de las Letras en 2022, se ha inspirado para crear a Tito en una persona real, su amigo Ernesto, y en tantos artistas (o aspirantes a ello) con los que se ha cruzado en la vida. “Yo durante un tiempo fui guitarrista, me dediqué a la farándula y conocí a cantidad de artistas de medio pelo que se ganaban la vida cantando o bailando o tocando algún instrumento y no aspiraban a mucho más. Tenían la servidumbre y la gloria de servir al arte -contaba Landero ayer en València-. Eran artistas que no pensaban en el éxito o, si lo hacían, no lo hacían en términos de fama, de conseguir dinero, de conseguir muchos likes. Ahora el éxito vende muchísimo, tanto que si no lo tienes pareces un fracasado".

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València. / Miguel Ángel Montesinos

"El escritor Landero es un tipo más bien huraño"

¿También usted se ha servido de inspiración?

Sí, también soy un poco así. Tito es una persona más inocente que yo, pero yo también sigo escribiendo con 75 años con la ilusión del adolescente que empezó a escribir sus primeros poemas con 15. Sigo tan enamorado de la literatura como entonces y escribiendo de un modo desinteresado y dando lo mejor de mí en cada frase que escribo.

“Todos llevamos a un actor dentro, interpretamos papeles”. ¿El suyo de escritor también es un papel?

En cierto modo sí. El que está ahora en esta entrevista no es el escritor. El escritor es un tipo más bien huraño, arisco, solitario y de pocas palabras que siempre se queda en casa. Es otro yo, el yo que escribe. Y el que viene aquí, como ves, es un tipo cordial, simpático, con ganas de agradar, al que se le puede llamar de tú, que sonríe cuando le hacen fotos… pero ese es un mandado. El escritor es un tipo oscuro al que ni siquiera yo conozco bien.

¿Cuántas veces se ha enfrentado a esa “inmisericorde realidad”, citando su novela, de las frases que no salen?

Todos los días. Cuando te pones a escribir a veces te salen las cosas milagrosamente, otras veces las frases fluyen y otras avanzas penosamente a través de ellas.

¿Y qué hace cuando encuentra esa frase?

Me siento muy feliz. Suspiro, sonrío para mí mismo, voy y me pongo un vino… Una buena frase te compensa de todos los vanos esfuerzos que has podido hacer y te anima a seguir trabajando y que alguna musa se vuelva a apiadar de ti.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València. / Miguel Ángel Montesinos

"Todos tenemos en la mente una novela maravillosa"

¿Se imagina que le hubiera pasado como a Tito, que hubiera tenido la vocación pero no el talento?

Pues hubiera seguido escribiendo, pero sin demasiada fe. Porque todos, con talento o sin talento, tenemos en la cabeza un poema o una novela o una música maravillosa, pero no todos saben llevarla la realidad del papel o del pentagrama o del lienzo. El artista intenta alcanzar lo inalcanzable, decir lo que no puede decir.

¿Para eso es más importante el talento o la vocación?

Goethe decía que el genio es un 95 % de trabajo y un 5 % de genio. Para escribir hace falta cierto talento y cualidades un poco innatas, pero luego está la vocación y el esfuerzo y trabajar mucho y ser muy voluntarioso. La vocación te obliga a trabajar todos los días, dar lo mejor que tienes. Sin trabajo y sin constancia no hay artista.

A Quinto, otro personaje, se le pasa la juventud buscando su estilo de escritor. ¿A usted, que no publicó su primera novela hasta lo 40, le pasó eso?

No creo que Quinto haya malgastado el tiempo. Lo más difícil para un escritor es encontrar su mundo, ponerse a escribir algo que no van a poder escribir los demás. Y eso, naturalmente, va unido a un modo de decir y de expresarse. El estilo es la manera personal de ver el mundo y Quinto lo intenta descubrir buscando en modelos como Cervantes, como Borges, como Unamuno… Yo eso también lo he hecho de joven. He escrito al modo de García Márquez, de Borges, de Baroja...

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València. / Miguel Ángel Montesinos

"No sé si tengo un estilo porque no me he leído"

¿Y cómo es escribir al modo de Landero?

No lo sé, no tengo ni idea. Ni siquiera sé si tengo un modo personal de escribir porque no me leo. Es normal que Cervantes no le diera demasiada importancia al Quijote, porque no se lo había leído.

Tito tiene algo de Quijote también, ¿no? Incluso malvende su hacienda para cumplir su sueño.

Efectivamente.

¿Mejor ser un Tito iluso aún sabiendo que la decepción llegará o una Paula, su otra protagonista, sin demasiadas expectativas?

Hombre, yo prefería ser un Tito, que cree en sí mismo y en el arte. El problema de Paula es que ha tenido una vida malograda, no ha cumplido ninguno de sus sueños de juventud. La noción de fracaso es terrible para Paula.

La mayoría solemos fracasar en cosas no demasiado trascendentes: pasar más tiempo con nuestros hijos, tener tiempo para leer, cobrar un poco más. Y aun así, no somos almas en pena.

Bueno, porque normalmente se negocia con la vida y vamos a buscar la paz entre nosotros. Hay dos tipos de personas: los que no le piden a la vida más de lo que le puede dar y los que le piden a la vida más de lo que la vida puede darles. La felicidad -o mejor, la paz-depende un poco de congraciarse con la vida.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València. / Miguel Ángel Montesinos

"Un escritor también puede ser un hombre de provecho"

Tito huye del mandato de su padre y Paula del de su marido. ¿Es esta una novela antifamiliar?

Tanto como eso, no. Pero es verdad que ambos están un poco reprimidos. Mi padre también quería que yo fuera abogado porque él había sido campesino y quería que yo fuera a la escuela para ser un abogado, que para él eran algo así como unos semidioses que ganaban mucho dinero y prestigio social con el poder de su verbo. En todas las novelas está ahí la sombra de mi padre.

¿Por que siente haberlo traicionado de alguna manera?

Sí, sí. Mi padre murió cuando yo tenía 16 años y había hecho cantidad de esfuerzos para que yo fuera un hombre de provecho. Y murió decepcionado conmigo porque yo por entonces era un macarrilla de la Prospe. Así que juré ante su cadáver que sería un hombre de provecho.

¿Y un escritor es un hombre de provecho?

Pues no sé qué decirte. Tienes tus libros y se ve el fruto del trabajo. Así que sí, supongo que un escritor, aunque quede mal decirlo, es un hombre de provecho.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València.

El novelista Luis Landero, autor de "La última ficción", ayer en València. / Miguel Ángel Montesinos

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