«Vociferio garantiza la bibliodiversidad y presenta al público toda la poesía que se hace »

«Es trágico que no haya Año Estellés, un descrédito de la Generalitat pero la gente ha ‘adoptado’ al poeta, y ese es el mayor reconocimiento»

David Trashumante, codirector del festival de poesia de València Vociferio.

David Trashumante, codirector del festival de poesia de València Vociferio. / Demian Ortiz

El festival Vociferio lleva la poesía y la reflexión a una veintena de espacios repartidos por toda València. Del 3 de febrero al 3 de marzo, se han organizado una veintena de actividades. Entre las más destacadas, un homenaje a Vicent Andrés Estellés el próximo 2 de marzo, en el Octubre Centre de Cultura Contemporània, y el primer Encuentro En Veus, celebrado este pasado fin de semana.

David Trashumante es el codirector de un festival que en su decimotercera edición llega este año con menos recitales pero más tiempo para la reflexión poética menos comercial y en tiempos convulsos. «La diversidad nos hace iguales», defiende su codirector.

Ya se ha superado el ecuador de Vociferio, ¿qué balance se hace, de momento, y cómo está yendo la actual edición? 

Ya hemos superado gran parte del festival, la pasada fue la semana grande, con el Encuentro En veus, en el que han participado 85 poetas de todo el territorio nacional y donde hemos reflexionado sobre ecofeminismo, colonialismo y antirracismo... con poetas que anteponen su condición de ciudadanos antes que la de artistas, que hacen cultura para evidenciar todas las violencias que hay en el sistema. 

Ha hablado de antirracismo, hay actos dedicados a la ecopoesía y a la poesía decolonialista... ¿Por qué a esto en concreto? ¿Lo piden los nuevos públicos y los autores?

Precisamente porque son corrientes poéticas menos promocionadas por el sistema literario español y por la mayoría de festivales. Desde Vociferio siempre nos hemos posicionado en este sentido, en garantizar la bibliodiversidad y la pluralidad y presentar al público todos los tipos de poesía, con especial atención a las menos promocionadas y menos canónicas. Por otro lado, creemos que la poesía se hace eco de su tiempo y que ahora hay una serie de preocupaciones importantes que se trasladan al arte poético. También atendemos a una emergencia, la desarticulación de la cultura valenciana desde la Generalitat, por el conseller de Cultura y su ‘cultura blanca’ que vienen a constatar que Vox no tiene programa cultural y sí mucha ideología que imponer. 

Por el contexto que comenta, ¿es más necesario que nunca «retomar formas de producción poética más comprometidas con las realidades sociales», como se presenta la actual edición de Vociferio?

Sí y, a parte, ejercer un acto de autocrítica. Hemos renunciado un poco a los espacios de exhibición (performances, conciertos...) y en el encuentro hemos querido ver qué hemos hecho mal, para generar imaginarios y combatir la gran rueda trituradora que es el sistema capitalista. La poesía poco puede hacer, pero habrá algo que no hayamos hecho bien para conectar con la ciudadanía.  

¿Iniciativas como Vociferio ayudan a romper tópicos sobre la poesía, que se sigue viendo por muchos como algo elitista y elevado?

Tras 13 años de festival y dado el éxito de este año —con mucha gente que no ha podido entrar a los eventos—, nuestra principal línea de trabajo es demostrar que la poesía es un arte postmoderno, que se hibrida con otras disciplinas artísticas y otros lenguajes; e intentar llegar al gran público sin pervertir el discurso artístico, sin que lo empobrezcamos. Hemos intentando generar experiencias estéticas transformadoras y que sientan que la poesía es un arte que está ahí. Vociferio ha tenido las últimas ediciones muchísimo público, sobre todo en los sitios de mayor aforo, como el Centre del Carme —donde hemos decidido no regresar este año tras la destitución ideológica de José Luis Pérez Pont—, y hemos demostrado que la poesía no cumple con los estereotipos que vienen aprendidos.

Hablando de públicos y lugares, ¿por qué apuestan por un festival ‘descentralizado’?

Hemos decidido dar visibilidad a espacios que van a sostener la cultura valenciana a diario estos años. València tiene un underground riquísimo, hemos vivido unos años en los que podíamos trabajar con cierta dignidad y aspiración hacia la profesionalización de todo el colectivo, y ahora volvemos a donde hemos surgido: espacios, ateneos, bares, locales, asociaciones... Será la línea predominante en las próximas ediciones, porque vamos a ir sumando espacios, teatros, salas —casi todas del ámbito privado— y a seguir generando cultura. Vociferio va a apostar por seguir tejiendo red. 

¿Es difícil mantener un festival como este, más de 10 años?

El festival iba a dar ahora un salto a la internacionalización y a convertirse en el tercero más importante de España. Eso se verá truncado definitivamente, porque no creemos que se siga promocionando, de hecho en conselleria no nos han recibido, pero el festival está más fuerte que nunca porque el equipo lo está. Más pequeño o más grande, mantendremos el estándar de calidad y el prestigio. Hay mucho amor y ese es nuestro principal capital, el equipo que tenemos. 

Este año incluyen en la programación un homenaje a Estellés. ¿Encarna a esa poesía social y comprometida de la que ha hablado?

Será en el Octubre Centre de Cultura, con cuatro poetas jóvenes valencianos, intentando mantener esa llama viva, ante el descrédito, por parte de la Generalitat, de no declarar Año Estellés; es trágico que no se le dé el reconocimiento. Será un acto muy guay, hay futuro de la poesía escrita en catalán y relevo generacional. Estellés es uno de los más importantes y un verso suyo es el eslógan de promoción del festival este año. Estellés hablaba de cosas con mucha raigambre en la cultura valenciana y gracias a su poesía somos testigos de un tiempo en el que había dignidad, no como ahora, con muy poca conciencia del territorio. Estellés encarna eso, la pervivencia de la lengua en un tiempo en el que escribir en valenciano era hasta peligroso. Eso ha hecho que la gente lo haya adoptado, que es el mayor honor. No hace falta reconocimiento de la conselleria, la gente ha sabido ver a una persona honesta que escribía desde la verdad y eso quedará pasen los gobiernos que pasen.

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