Patrimonio industrial de la Comunitat Valenciana

La huella imborrable de los altos hornos de Sagunt

La Asociación de Patrimonio Industrial de Puerto de Sagunto trabaja para la conservación de las estructuras de la vieja siderúrgica que siguen en pie 40 años después de su cierre l Esta semana, la Generalitat Valenciana ha declarado al alto horno número 2 como Bien de Interés Cultural (BIC)

Nave de talleres de la siderurgia del Port de Sagunt

Nave de talleres de la siderurgia del Port de Sagunt / Daniel Tortajada

J.M. Bort

J.M. Bort

Hay una áurea de romanticismo en los viejos paisajes industriales, perfiles de naves y estructuras de hierro que hoy son ‘monumentos laborales’ . Los vestigios de la industria siderúrgica en Sagunt no sólo son un testimonio para interpretar la población del Port de Sagunt, sino una referencia para entender su idiosincrasia. Cuarenta años después de su cierre, la Asociación de Patrimonio Industrial de Puerto Sagunto (APIPS), fundada en 2016, trabaja con el objetivo de recuperar, conservar y difundir ese legado e inmaterial. Justo esta semana, la Generalitat ha declarado Bien de Interés Cultural (BIC) al alto horno número 2, el único que queda en pie de los tres. .

Se puede decir, sin lugar a duda, que fue la siderurgia la que construyó el Port de Sagunt. Primero como Compañía Minera de Sierra Menera, que en 1900 se instaló en el litoral saguntino para dar una salida al mar a su explotación de la localidad de Ojos Negros, y después como Altos Hornos de Vizcaya, una vez pasó a ser directamente un complejo de producción propia. Al albor de las fábricas nació la ciudad que hoy conocemos: La iglesia, colegios, casas, el primer cine... fueron construidos por la compañía vasca, hasta el punto de que la patrona de la población es la misma que la de Bilbao, Nuestra Señora de Begoña. Los vínculos vascos son visibles aún en muchos aspectos de la población. Es el caso del CD Acero, el histórico equipo de fútbol de la población, (fundado en 1919, el mismo año que el Valencia CF), y que viste con los mismos colores que el Athletic Club de Bilbao.

Trabajadores, en los Altos Hornos de Vizcaya, en los años 30.

Trabajadores, en los Altos Hornos de Vizcaya, en los años 30. / León San Bernardo

En los años 70 y debido a la crisis mundial, se dio inicio a una lenta agonía de la fábrica, la cual desencadenaría finalmente en los años 80 en el cierre definitivo de la empresa, tanto por razones económicas como políticas. Fueron años duros, marcados en la retina de los niños valencianos de la Transición. Los trabajadores comenzaron una dura lucha en la comarca y en València, con piquetes, barricadas y encierros múltiples. A pesar de la lucha, en 1984 y tras muchas negociaciones, los trabajadores acataron el cierre de la factoría a cambio de la creación de 2.100 puestos de trabajo en el nuevo polígono industrial en proyecto.

Arcelormittal, empresa india heredera del complejo, mantiene gran parte de los terrenos. «Conserva viejas locomotoras de la siderúrgica y, también, la barca del práctico que guiaba a los barcos grandes para entrar el puerto, el origen de todo -el embarcadero se construyó en 1902-. Y hay muchas piezas de laboratorio, como máquinas de escribir, fotografías, etc. Todo esto es propiedad de la Fundación de la Comunidad Valenciana de Patrimonio Industrial y Memoria Obrera de Puerto de Sagunto», explica Óscar Cosín, presidente de APIPS. 

Hay muchas piezas de laboratorio, como máquinas de escribir. La empresa Arcelor Mittal conserva locomotoras de la antigua fábrica

En la nueva zona industrial se conservan algunos restos de la siderurgia que forman parte del patrimonio histórico-industrial, en el que hay que incluir también los edificios civiles y viviendas directamente ligados a la vieja empresa de Altos Hornos.  

El gran símbolo de la siderúrgica

Quedan en pie el alto horno número 2, símbolo principal de la antigua industria, construido en 1922 y reconstruido en los años 60. Es el único horno superviviente de los tres que funcionaron en la época de pleno auge de la siderurgia, una estructura de 64 metros de altura en cuyas entrañas se gestó el acero utilizado en varias grandes construcciones del siglo XX, como la Finca de Hierro de Valencia, el edificio Windsor de Madrid, la Telefónica de Sevilla o la fábrica Seat en Barcelona, tal como recordaron en este periódico Carme Piqueras Sanchis, Juan Piqueras Haba y el Departament de Geografia Universitat de València.

Naves talleres generales

Naves talleres generales / León San Bernardo

También se conserva la nave de talleres generales del año 1919 que albergaba la sección de calderería, reparación de locomotoras y trabajos de fundición. Además está el almacén de efectos y repuestos construido en 1927, cuya finalidad era el almacenaje de matrices y repuestos de piezas utilizadas en la maquinaria siderúrgica.

Entre los edificios sociales y de administración hay que destacar la Iglesia de Nuestra Señora de Begoña, de 1929; el Economato y Cooperativa de Productores AHM construido en la primera década del siglo XX y rehabilitado en los años 40, que al principio servía para hospedar a las tripulaciones de los barcos aunque pocos años después se transformó en economato para los trabajadores de la siderúrgica; el Casino, construido en 1921 para alojar actos oficiales de la empresa y hospedar a los ingenieros solteros, transmite una imagen de elegancia e historicismo; las Oficinas de gerencia, edificadas en el año 1921, con las dependencias de oficinas de las distintas empresas que se fueron sucediendo en el tiempo.

El renacer de la Gerencia

La icónica ciudad-jardín de la Gerencia de los antiguos AHM empezó a renacer el año pasado. Un ambicioso proyecto pone en valor este valioso espacio que en su día alojaba a los directivos de «la Fábrica» en 21 imponentes chalés cuyo diseño emula a los del País Vasco; unas viviendas rodadas de especies botánicas cuidadosamente escogidas y dentro de una zona exclusiva, vallada y vetada al resto de la población.

Museo industrial del Port de Sagunt

Museo industrial del Port de Sagunt / Daniel Tortajada

El Barrio Obrero es, junto al alto horno nº 2, uno de los conjuntos más simbólicos del Puerto de Sagunto. Consta de dos calles paralelas con una pequeña plaza entre ellas, con viviendas construidas entre 1917 y 1921 por la empresa siderúrgica para intentar paliar los graves problemas de vivienda y las condiciones sanitarias en las que se encontraban muchos de sus trabajadores.

Alto horno número 2.

Alto horno número 2. / Daniel Tortajada

Otros lugares de interés son el antiguo sanatorio, edificado en 1949 fuera del núcleo de población existente en el momento y que actualmente sirve como Centro Cívico. Completan este elenco de edificios relacionados con la antigua empresa siderúrgica el Mercado, el edificio de la Tenencia de Alcaldía y el entramado de grupos de viviendas obreras que conforma el centro urbano histórico del Port. 

Hasta el sonido de la sirena está en proceso de recuperación como patrimonio inmaterial, pues se considera que es uno de los más significativos y relevantes por su valor histórico y su impacto sobre las personas que vivieron y convivieron con esa señal acústica. Más allá de su función de señalar el cambio de turno, este sonido, y el paisaje sonoro que crea, simboliza la sociedad industrial que creció en el Port de Sagunt, frente al paisaje sonoro rural, dominado por los toques de campana, según señala la resolución de Cultura.