Bad Gyal, 'La Joia' que deslumbra a València

La capital se rinde al 'twerking' y el brillo de una imparable artista que agotó las entradas hace semanas

Un público predominantemente femenino llena la Plaza de Toros para disfrutar de un espectáculo de más de una hora y media para ver en directo su último disco, 'La Joia', y repasar su discografía

'La Joia' de Bad Gyal deslumbra en València

Amparo Soria

Amparo Soria

Amparo Soria

Lo de Bad Gyal es difícil de definir. Algo sucede cuando una artista, de cualquier disciplina, es capaz de unir a personas de 40 años con otras de 12. Que exista un motivo para que varias generaciones confluyan en un mismo recinto y con igual interés ya es suficiente motivo de celebración, por eso el concierto de anoche en la Plaza de Toros de Bad Gyal merece toda nuestra atención.

La artista catalana organizó un 'piquete' para todos los públicos, a tenor del variopinto abanico de perfiles que se vio en el coso. Arrancó con La que no se mueva, y aunque se echó en falta su ya consolidado grito de guerra "He vuelto, zorras", los fuegos artificiales y un completo grupo de bailarinas y bailarines pusieron en pie a las miles de personas que asistieron al concierto. Algunas llevaban en la cola desde la madrugada, y en varias ocasiones les dio las gracias por seguirla, apoyarla y disfrutar de lo que hacía. No escatimó en halagos hacia los adolescentes que la miraban desde el foso y la grada, vestidos para la ocasión con un estilo particular del que ella ha hecho bandera, sin miedo a los brillos y al maquillaje.

Pronto "se tiró" (como ella misma diría) uno de los grandes hits de su álbum 'La Joia', motivo por el que recorre España durante varios meses: Con Perdió este culo la plaza no dejó de cantar, animando a una artista que no dejaba de moverse con su ya clásica provocación y sexualidad de la que hace gala y que encanta, porque empodera, a su público.

Unos planos cerrados de su trasero zarandeaban a un público que no dejaba de gritar con cada plano de la catalana, por momentos más cercana a Beyoncé o Jennifer López que a una artista urbana, nacida en Vilassa de Mar, que ha visto cómo en cuestión de tres años su carrera ha despegado y es ya, a ciencia cierta, imparable.

Sin Carné, La Hookah, o Bota Niña no dieron tregua al público. Su mixtape y su karaoke no molestan, ni lo más mínimo, a quien va a ver su show, porque a un concierto de Bad Gyal vas a pasarlo bien con un dembow que ha encandilado a 11,9 millones de oyentes al mes según Spotify.

Homenajeó a Madonna con su famoso 'voguing', tanto ella como sus bailarines, un momento que aprovechó para cambiarse el atuendo y volver para empezar con la segunda parte de su espectáculo. Ahora bien: a diferencia de sus conciertos en Madrid o en Barcelona, en València no estuvo acompañada por ninguno de los múltiples colaboradores que han participado en su último disco. Tampoco hizo falta.

Pero es que consigue que lo pases bien. Sus bombos potentes, repetitivos, sus desafíos a cámara, sus bailes provocativos, sus escarceos sexuales en el escenario con sus bailarinas y bailarines y letras que, como hiciera el rap en su momento, envalentonan. Todo ello ataviada con dos 'looks' en tonos plata, a conjunto con buena parte del público joven que se ven, por diversos motivos, representadas en los cuerpos no normativos de su equipo de coreografía y de la defensa, en todos los sentidos, de lo queer, creando ayer en la Plaza de Toros de València un espacio seguro e inclusivo para todas y todos.

El ambiente se caldeó con Chulo pt.2, Real G y Mi Lova el público no dejó de cantar, pero es que la cantante avisó después que se venía un repaso a su pasado: Flow 2000, La Prendo, Nueva York fueron de las canciones más coreadas, mientras que Zorra hizo que, como siempre, el público se dejara la voz.

Tras Tú Eres un Bom Bom llegó el final: Fiebre, como no podía ser de otra manera, fue la guinda de un pastel que gustó, que dio la talla, que justificó el precio de una entrada por momentos demasiado alto para el tipo de performance que hace pero que sin duda, justifica con el show y la diversión que ofrece.