Pintar gatos de colores como terapia a los 81 años

Marisa Palmero tiene una exposición en la Biblioteca de la Dona, donde muestra los coloridos felinos que pinta desde hace una década

Se apuntó a clases de pintura, una afición que tenía 'aparcada', tras estar años cuidando a su marido, enfermo de Alzhéimer

Marisa Paredes, con algunos de sus cuadros.

Marisa Paredes, con algunos de sus cuadros. / Levante-EMV

Gatos, gatos y más gatos. A Marisa Palmero le gusta pintar gatos. Lo hace desde hace años, le motiva, le entretiene y le ayuda a sentirse mejor. Lo que empezó como una manera de despejar la mente cuando su marido enfermó, se ha convertido en su mayor afición y le ha llevado, años después, a protagonizar una exposición con más de 30 pinturas.

Marisa Palmero tiene 81 años, es vecina de València y pinta en unos cursos del Centro Cultural Carmen Alborch de Mislata. Va varias veces a la semana y le gusta compartir tiempo con sus compañeras de clase. Hace una década que pinta cuadros, y ahora los expone en la Biblioteca de la Dona, junto a las Torres de Serrans de València.

«Mi marido estuvo nuevo años con alzhéimer, es duro estar con una persona enferma día y noche, y mis hijas y mi hijo me animaron a hacer algo. Dibujar y pintar me gustaba de siempre, pero lo tenía ‘aparcado’ y me apunté y me fue bien, me ha ayudado a recuperarme, a salir del bache», reconoce. 

Detalle de algunos de los cuadros de Marisa.

Detalle de algunos de los cuadros de Marisa. / Levante-EMV

¿Pero por qué gatos? Por su hija Mª Luisa Sierra, que es experta en Derecho Animal y forma parte de diversas entidades de bienestar animal como asesora jurídica, además de formadora y colaboradora con entidades de bienes y protección animal.

Empezó acompañándola a actos solidarios y pintando cuadros para exponerlos en estos actos y poco a poco conoció a mujeres que se dedican a alimentar a gatos callejeros y a cuidar las colonias. Así llegaron a su vida Fresita y Nali, dos gatitas que viven con ella. 

«Pinto también otras cosas, pero gatos siempre, me encantan los gatos. De todas las clases, como los que pintó Klimt, con fondo de Van Gogh, que veo en cualquier lado... no copio, me inspiro, y siempre de colores, de muchos colores», afirma sobre su estilo. «Los suaves y relajantes no me gustan, siempre voy vestida de colores fuertes porque me anima y me da sensación de alegría», apunta. «Siempre tengo gatos nuevos que pintar y al final, después de tantos años, me salen bien», dice Palmero. 

Hasta el 7 de junio

Ahora, en la Biblioteca de la Dona tiene expuestos 31 cuadros hasta el 7 de junio. Al tener a sus gatitas y crear un vínculo afectivo con ellas —sobre todo con Nali, que fue maltratada en otro hogar—, se ha implicado más aún con la situación de los gatos de la calle y con sus alimentadoras, y en la concienciación sobre la situación de estos animales. «Es una labor bastante importante la de las cuidadoras.

Los alimentan, los llevan al veterinario... hacen una gran labor social», dice la pintora, que también anima a adoptar. «No dan problemas ni son ariscos ni tan independientes como dicen. Mis dos gatitas están detrás de mí todo el día, siempre a mi alrededor y me hacen compañía», explica.

Aunque no es el objetivo de la exposición, asegura que en la inauguración muchas personas se interesaron en adquirir uno de los cuadros y también está abierta a hacer encargos. Es su primera exposición individual, aunque con sus compañeras de clase sí que hace una cada final de curso.