Felipe Pantone arriesga con un mural en blanco y negro para convertirse en "historia de Spook"

El artista argentino residente en València recrea un damero en una pared de 35 metros de ancho en esta mítica discoteca

Pantone ultima los detalles de su residencia de creadores en L’Eliana 

El artista Felipe Pantone crea un mural en la discoteca Spook

M. Á. Montesinos

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Pocos saben cómo es la cara del artista argentino residente en València, Felipe Pantone. Él nunca ha querido mostrar su rostro en las entrevistas o en sus redes sociales. Sin embargo, muchos de sus seguidores pueden identificar cualquiera de sus creaciones, ya que el artista ha conseguido crear su propio estilo en cada uno de los murales que pinta. Los colores y el juego de luces impregnan sus creaciones, ya que, como el propio Pantone reconoce, "son la esencia misma del arte visual. Gracias a la televisión, las computadoras y la iluminación moderna, nuestra percepción de la luz y el color ha cambiado por completo". Para él, este estilo es una reflexión sobre las formas en que se consume la información visual, lo cual se traduce, a partir de las creaciones generadas en varios programas, en trabajos que dan valor táctil a lo que ocurre en el mundo digital. No obstante, Pantone ha decidido arriesgar en su última creación cambiando el color por el blanco y negro.

El artista acaba de inaugurar un mural en blanco y negro en la mítica discoteca Spook. La pintura, que tiene unas dimensiones de 35 metros de ancho y seis de alto, intenta recuperar la esencia de este espacio inaugurado en 1984 y que se convirtió en una de las paradas fundamentales del circuito de discotecas de la "Ruta Destroy". Cada semana, miles de jóvenes acudían -y siguen acudiendo- a esta sala para disfrutar de su música. Felipe Pantone es uno de ellos. "Es un sitio mítico, al que he venido miles de veces", explica el artista, quien reconoce que la creación "pretende recuperar lo que supuso Spook en su época". El mural, que el equipo de Pantone ha elaborado a lo largo de una semana, intenta recrear un damero. "La discoteca se ha convertido en historia y, con esta creación, yo también formo parte de esta historia", añade.

Es la primera vez que Pantone realiza un diseño de estas dimensiones en blanco y negro. "Todo el mundo quiere el sello de la casa, pero les dije que pintaría si podía utilizar estos colores", indica el artista.

Spook se ha convertido en un lugar de referencia de la música techno, pero también en un punto de encuentro para el arte durante los últimos meses. El IVAM propuso el encuentro "Pólvora, cuerpo, sonido". Este proyecto sonoro, que se llevó a cabo en distintas partes de la sala, contó también con una mesa redonda de debate, la escucha de producciones sonoras y las actuaciones en directo realizadas usando el banco sonoro grabado en la Pirotecnia Hermanos Caballer. En este sentido, el argentino reivindica que "el arte está muy presente en los lugares de ocio, sobre todo, el arte visual".

Mural en Nueva Jersey

Felipe Pantone ha creado varios murales en distintas partes del mundo durante los últimos meses. La última creación fue en Nueva Jersey y tenía unas dimensiones de 70 metros de altura y 20 de ancho. Para él, a pesar de ser un gran éxito, fue también un trabajo "muy duro". "Fue un gran esfuerzo físico y mental por las dimensiones y por estar 25 días delante del proyecto. Fue casi un mes ante ese monstruo, en primavera, con lluvia y dos terremotos", recuerda. Aunque duda si se adentraría en un proyecto similar, reconoce que "al final, se olvida el sufrimiento y mola".

El artista tiene varios proyectos entre manos, pero hay uno en el que concentra toda su atención. El argentino ha adquirido un chalé de lujo en l’Eliana para convertirlo en una residencia de creadores. "Es lo que más me importa en estos momentos. A todo le pongo cariño, pero este es el gran proyecto que estoy haciendo", concluye.

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