Las reacciones al anuncio de Bankia de vender el Valencia llegaron ayer desde los principales grupos políticos valencianos. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, afirmó ayer que «no es una buena solución» vender el Valencia CF ni cree que «le convenga mucho» a Bankia tomar esa determinación, dado que los primeros clientes de la entidad financiera están en Valencia y no parece que «les pueda gustar mucho». «Creo que no es una buena solución, ni es lo que quieren los valencianos, ni es lo que quieren los valencianistas, ni es lo que debiera de ser», dijo. «Yo me pongo inmediatamente y con toda claridad al lado de que no se venda, al menos de que no se venda por parte de Bankia así como así» y sin saber «adónde puede llegar», añadió. «¿Cómo se arregla eso? Pues doctores tiene la Iglesia, evidentemente», se preguntó la alcaldesa, quien confesó que no está muy «al cabo de la calle» de las negociaciones, aunque ha leído que Amadeo Salvo «dice que tiene alguna solución prevista por ahí».

Desde el PSPV, su portavoz en el ayuntamiento, Joan Calabuig, exige a Bankia «sensibilidad y tiempo». «La importancia del Valencia CF es máxima porque es un elemento estratégico para la ciudad y para su proyección internacional», defendió Calabuig. Además, advirtió que gran parte de los clientes de Bankia «podrían mostrar también su sensibilidad» hacia la entidad en función de la decisión que adopte. Mientras, el diputado socialista, Rafael Rubio, reclamó la comparecencia del vicepresidente del Consell, José Císcar, en Les Corts para que explique la situación del Valencia.

El portavoz de Compromís en les Corts, Enric Morera, afirmó que detrás de esto se esconde, «una gran maniobra, un gran pelotazo». «Lo que podrían hacer es una cesión de crédito, que es una venta encubierta en toda regla, porque si la Fundación no paga el vencimiento, el que tenga la cesión se hará con las acciones y de esta forma con el poder del club, una de las sociedades civiles más importantes de la ciudad», agregó.

La coordinador de Esquerra Unida, Marga Sanz, señaló que son los socios y directivos del Valencia quienes «tienen que asumir el despilfarro de épocas pasadas». Sanz lamentó que «estamos ante las consecuencias de una política de despilfarro que han ejercido los directivos en estos últimos años al frente del Valencia».

Desde la Asociación Fem Valencianisme, que dirige el expresidente de las peñas Jaume Part, mostraron ayer su «indignación y malestar por la actitud demostrada tanto por Bankia como por la Generalitat».