«Fame, non fama». «Hambre, no fama». Así explicaba Antonio Conte, actual técnico del Chelsea, por qué se decantaba por Simone Zaza (Metaponto, Italia, 1991) antes que por Mario Balotelli en sus planes con la selección italiana. La mezcla de ambición, trabajo y temperamento que aplica Zaza en cada entrenamiento son las razones por las que, en las próximas horas, de no mediar ninguna sorpresa, aterrizará en Mestalla para convertirse en el fichaje que insufle determinación a un Valencia moribundo. Un carácter y un estilo de juego agresivo, capaz de contagiar rápido a la grada, es la razón por la que el Valencia elige a Zaza, más allá incluso de los goles, que no han abundado desde el tan comentado error en la tanda de penaltis que dejó a Italia fuera de la última Eurocopa.

El Valencia tiene ya un acuerdo cerrado con la Juventus, propietaria del jugador, por el que Zaza será blanquinegro hasta final de temporada con una opción de compra obligatoria de 16 millones de euros, siempre que dispute una cifra entre 10 y 15 partidos. La oficialización del acuerdo era ayer inminente a falta de pequeños flecos, como el papeleo con el West Ham inglés, donde Zaza ha jugado cedido esta media temporada, y la burocracia del Valencia, con el lento decalaje interno hasta que el propietario Peter Lim dé el «ok» definitivo a las condiciones.

Con la llegada de Zaza, el Valencia cumple con un objetivo perseguido en los últimos meses. El jugador era pretendido por el Valencia desde el verano pasado, con motivo de las negociaciones entre la entidad de Mestalla y la Juve para el traspaso de André Gomes, finalmente frustrado. La llegada de Cesare Prandelli al Valencia en septiembre intensificó la voluntad del club para contratar a Zaza, y así ha seguido posteriormente pese a la repentina dimisión del técnico italiano. Las avanzadas negociaciones dejan, de hecho, a Prandelli en fuera de juego, al sostener como una de las razones de su sorprendente renuncia la demora en la contratación del delantero.

¿Qué aportará Zaza al Valencia? De primeras, llena un perfil del que la plantilla estaba huérfana desde la marcha sin reemplazo de Alvaro Negredo: la del delantero centro, el ariete clásico. Las cualidades de Zaza pasan por el estilo impetuoso a la hora de erosionar a los centrales rivales con una incansable presión y gran disciplina táctica, así como aguantar el balón de espaldas, generar segundas jugadas y una notable habilidad para el remate de cabeza y potencia en el disparo. Un futbolista pasional para el Valencia más encogido.

Doble revancha

El paso de Zaza por Mestalla supone una doble revancha. La reivindicación del jugador es la misma que precisa el Valencia. Desde el error en el penalti contra Alemania, ejecutado tras una atípica carrerilla, que significó el adiós de Italia a la Eurocopa, Zaza ha estado reñido con el gol. Su experiencia en la Premier League no ha sido satisfactoria y no logró adaptarse, pese a su eminente perfil físico, al West Ham. No ha logrado marcar ni un solo gol en el club del este de Londres, con el que no fue convocado en los últimos partidos para evitar tener que hacer frente a la opción de compra obligatoria.

Zaza llega para contribuir a la salvación del Valencia, un objetivo en el que ya se ha habituado en una carrera que, pese a su juventud, ya tiene una largo recorrido con retos parecidos. Con 11 años fue reclutado en Metaponto, una tranquila población sureña famosa por sus ruina griegas, por los ojeadores del Atalanta, club que se distingue por su gran ojo para la cantera, con un «vivaio» del que también han salido Vieri e Inzaghi. Hasta ese momento Zaza compaginaba el fútbol con el taekwondo y veía sin parar cintas con goles de Van Basten. En Bérgamo, con apenas 15 años, llega al equipo «primavera» (filial) del Atalanta, y debuta en Serie A con 17 años. Decide no renovar y ficha por la Sampdoria. Llega a participar en el gran derbi de Génova, pero el descenso a Serie B y su juventud llevan al club a embarcarle en un largo periplo de cesiones en equipos menores de todo el país. Primero el Valdera, luego una mala experiencia en Segunda con el Juve Stabia... El «niño prodigio» que había saboreado la élite se veía cedido en el Viareggio para evitar con sus tantos el descenso a la Serie D (la tercera italiana). Una prueba de madurez a la que correspondió con buena puntería. No logra evitar pese a sus goles el descenso del Ascoli en Segunda, pero sí llama la atención de Juventus y Sassuolo, que acuerdan compartir la propiedad de su ficha. Con 22 años, Simone volvía con todo merecimiento a la máxima categoría. Su gran dúo en el Sassuolo con Berardi le abre las puertas de la selección italiana de Prandelli y de la Juve, la anhelada cima.

Pese a no cumplir con esa barrera psicológica de los 26 años que puso como exigencia Prandelli para los refuerzos, a Zaza no le falta experiencia. A expensas de la confirmación oficial, el Valencia incorporará a un futbolista que no olvida sus raíces aunque cargue con la leyenda de trotamundos. A diferencia de la inmensa de futbolistas italianos, asiduos visitantes de Ibiza, Zaza prefiere volver en vacaciones a Metaponto, en compañía de sus padres, Antonio y Caterina, de quien ha heredado el gusto por los tatuajes. Simone ya acumula diez. Uno con el rostro de su madre, otro es un ángel, otro una imagen de Mickey Mouse...

Patrice Evra, un perfil para aportar jerarquía a un equipo sin líderes

Patrice Evra medita la oferta del Valencia. La Juventus ha dado vía libre para que el club de Mestalla negocie con el veterano lateral francés, de 35 años. Evra, como informó ayer CV Radio, sopesa dos opciones: recalar de inmediato en el Valencia, o esperar al mes de junio para regresar al Manchester United.

Evra se ajusta al perfil de experiencia que tanto anhela el Valencia para reforzar un vestuario moldeado como demasiado joven y tierno en el proyecto Lim. Con el internacional galo se cumplen los requisitos que el Valencia buscó, en su día, con la llegada de otros veteranos, desde Amedeo Carboni a Seydou Keita, con un amplio bagaje internacional y que ejercieron un papel casi paternal sobre el resto del grupo.

En el plano deportivo, Evra cubriría dos necesidades. Por una parte aportaría competencia al carril zurdo, debilitado con los problemas físicos de Gayà y Siqueira, y su polivalencia le permitiría ser otra alternativa como defensa central.