El Valencia Basket sufrió la primera derrota de la temporada en partido oficial tras caer en su retorno a la Euroliga ante el Khimki. Ganar al equipo ruso en su feudo se ha convertido en un auténtico maleficio para los «taronja», que volvieron a caer en su sexta visita, primera en la Euroliga. El equipo de Vidorreta estuvo metido en el choque durante gran parte del partido, pero el desgaste físico en la recta final redundó en falta de frescura en ataque y mayor fragilidad en defensa. Lo aprovechó el conjunto de Bartzokas para llevar la iniciativa y adjudicarse el triunfo final.

El plantel valenciano echó en falta la actuación coral de otras ocasiones. Solo Vives, Green y Pleiss sustentaron a los 'taronja', que echaron en falta la aportación de otros como Thomas, Van Rossom o Dubljevic. Preocupa el montenegrino, que, tras hacer una buen papel en la Supercopa, se le ve falto de esa chispa y acierto tan característica en él. Un nervio que suele contagiar al resto, pero que ayer no se produjo.

Una vez más y entre otros inconvenientes el Valencia Basket volvió a exhibir falta de acierto desde el tiro libre. Los valencianos marraron un total de diez lanzamientos, demasiados puntos regalados al rival y que al final pasaron factura. Pese al traspié, no hay que alarmarse. La de ayer fue la primera de 30 jornadas y hay tiempo para recomponerse. Nadie dijo que la Euroliga iba ser sencilla. Toca un reseteo rápido porque el domingo llega el Real Madrid.

Opciones en el tercer cuarto

Txus Vidorreta, preocupado por la capacidad atlética del Khimki, optó por dar entrada de inicio a Pleiss, dejando en el banquillo de Dubljevic. El choque arrancó equilibrado. Como era previsible, el equipo de Bartzokas buscó un ritmo alto de partido con tiros rápidos, principalmente desde el perímetro, aunque los valencianos trabajaron muy bien el rebote defensivo.

Con Green como líder, de nuevo estuvo muy serio en el primer cuarto, que terminó con un marcador equilibrado tras un triple anotado por Doornekamp (18-17).

La entrada de Robinson en pista en los locales y un mayor ajuste defensivo sobre Green frenó el caudal de juego 'taronja'. Shved tomó la manija de los moscovitas y, con un triple, se llegó al primer momento complicado del choque (31-23).

El trabajo colectivo volvió a meter al Valencia Basket en el choque, aunque sin la suficiente energía para someter a un Khimki algo más activo y que con mayor superioridad física llegó al descanso con ventaja y mejores sensaciones que los valencianos (43-36).

Tras el descanso, el conjunto de Vidorreta salió con otro aire a la fría pista rusa. Un parcial de 0-10 inicial tuvo continuidad con otro de 4-18 que disparó a los valencianos tras un contraataque culminado por Thomas (47-54). El Valencia Basket estaba cómodo, intenso y con ritmo. El técnico local Bartzokas se vio obligado a parar el partido y, desgraciadamente para los 'taronja', este cambió de rumbo.

Sin frescura al final

El desgaste físico hizo mella en el Valencia Basket, que comenzó a tener problemas para anotar y a sufrir en defensa con un Robinson que lideró al Khimki. Con Dubljevic perdido y Pleiss tomando aire en el banquillo después de sus buenos minutos, los rusos pasaron de perder (54-57) a dar una fuerte sacudida tras un parcial de 14-0 (66-57).

Con el agua al cuello el Valencia Basket lo intentó tras una gran acción de Vives (68-64). Dubljevic perdió un balón clave y ahí se acabó todo ya que Markovic y Shved cerraron el partido. Lo dicho: esto no ha hecho más que empezar.