La Jefatura de Policía Nacional de València cuenta entre sus agentes para combatir el crimen con un auténtico «ironman». Adam Gazules, de 33 años, logró el bronce en triatlón en el Campeonato de España de Policías, Bomberos y Servicios de Emergencia, en Corrales de Buelna (Cantabria). Este éxito y el próximo reto fijado para la carrera Ironman de Barcelona, del 7 de octubre, lo acercan a su objetivo de clasificarse para el Mundial de Hawái, donde solo acuden hombres de hierro en natación, bicicleta y carrera.

El policía valenciano completó las tres pruebas del Triatlón de Cantabria en cuatro horas y 13 minutos. Fueron dos kilómetros nadando en el pantano del Ebro, 90 pedaleando y media maratón de carrera. «Lo más pesado fueron los últimos kilómetros corriendo, cuando ya llevas tres horas de competición es una cuestión mental», confiesa Gazules, quien al cruzar la meta se emocionó al recordar a un amigo y compañero muerto en acto de servicio, el subinspector Blas Gámez.

Gazules se arrodilló y, santiguándose, dedicó todo su esfuerzo a Gámez. El 12 de septiembre se cumplirá un año desde que un asesino acabó con la vida de este veterano del grupo de Homicidios cuando se disponía a identificarlo. «Fue cruzar la meta y acordarme de él, siempre me preguntaba cómo iban los entrenamientos cuando coincidíamos de noche antes de irse a casa, esta medalla es para él», dice Gazules, que entrena entre cuatro y cinco horas al día, alternando al menos dos de las tres modalidades todos los días. «Es mucho sacrificio como en todos los deportes de resistencia, y cuento también con un nutricionista para cuidar la alimentación», explica. Aunque reconoce que es difícil compaginar su trabajo diario como policía con este duro entrenamiento, logra encontrar tiempo de madrugada antes de comenzar su jornada laboral.