Fútbol

Adiós a la Ley Beckham italiana o cómo Meloni ha imitado a Zapatero

Italia ha decidido excluir a los deportistas en su normativa de ventajas fiscales para el talento extranjero altamente cualificado

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. / EFE

Sergio R. Viñas

La incomparable transversalidad del fútbol provoca coincidencias políticas insospechadas. Giorgia Meloni es la actual primera ministra de Italia, presidenta del partido de extrema derecha Fratelli d’Italia. José Luis Rodríguez Zapatero fue presidente del Gobierno de España y ha resurgido en los últimos meses, de la mano de Pedro Sánchez, como referencia de las esencias del PSOE clásico, informa EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. ¿Es posible que dos políticos tan opuestos tengan algo en común en su ejercicio legislativo? El fútbol es la respuesta. La Ley Beckham es la respuesta.

Ambos vieron cómo los clubes de fútbol se les levantaban en armas por excluir a los deportistas del régimen especial de cotización para extranjeros altamente cualificados que llegaran a sus respectivos países. Una normativa que España instauró en 2005, bajo el Gobierno del propio Zapatero, y que tomó el nombre popular del futbolista inglés, pues fue uno de los primeros beneficiados de la norma al fichar por el Real Madrid.

Esta norma se modificó en 2009, precisamente para dejar a los futbolistas fuera de ella, de nuevo con el expresidente socialista al mando del Ejecutivo español, y en un contexto

. Entonces hubo tímidos intentos de denominar a esa modificación Ley Ronaldo, dado que el Madrid había fichado apenas unos meses antes al delantero portugués. No cuajó.

Ahora, Meloni ha decidido tomar la misma decisión, provocando un seísmo en la Serie A, pues la decisión ha sido más inesperada y abrupta en su gestación. En 2019, Giuseppe Conte, primer ministro del populista Movimiento 5 Estrellas, instauró una rebaja fiscal que abarataba la contratación de profesionales extranjeros con sueldos altos para las empresas italianas, dejando su tributación a la mitad de lo habitual, mediante el llamado Decreto Crescita. Hace apenas unos días, Meloni, imitando a Zapatero, ha decidido excluir a los deportistas de esa ventaja fiscal.

José Luis Rodríguez Zapatero.

José Luis Rodríguez Zapatero. / Archivo

Las criticas a la decisión

"Va a ser la destrucción del fútbol italiano", ha vaticinado Giorgio Furlani, consejero delegado del AC Milan, en la misma línea que otros dirigentes, como el presidente de la Lazio y diputado de Forza Italia (ultraderecha) Claudio Lotito: "Se darán cuenta del error. Será mejor atraer a un extranjero que pague menos impuestos a no poder atraerle y que no pague nada al Estado, ¿no?".

La Serie A se lamenta ahora de que el gobierno de Meloni siga el camino marcado en su día por Zapatero, mediante la decisión de no prorrogar el 'Decreto Crescita'. Para la patronal italiana, esta decisión "provocará una menor competitividad de los equipos, con la consiguiente reducción de ingresos y menos recursos para las canteras, menos actividades relacionadas y, por tanto, también menos ingresos para el fisco".

Ambos casos encuentran paralelismos futbolísticos evidentes. En 2005, el fútbol español atravesaba una racha de tres años sin colocar a unos de sus equipos en la final de la Champions y tanto Real Madrid como FC Barcelona pasaban épocas complicadas, alejados de la primera línea europea. El capote gubernamental con la Ley Beckham permitió a ambos incrementar su competitividad en los años siguiente, con efectos que perduraron en el tiempo, pues la exclusión de los futbolistas en 2009 no impidió que quienes habían llegado a España antes de esa fecha perdieran ese privilegio fiscal. Como Cristiano Ronaldo, por poner el ejemplo más relevante.

Revitalización del 'calcio'

Algo similar ocurrió con el 'calcio', que arrastraba una profunda crisis hace ahora un lustro. En 2019, la Juventus sumaba nueve ligas ganas de manera consecutiva y los otros dos grandes del país, Inter y Milan, llevaban una década fuera de los grandes focos, arruinados económicamente y sin pujanza deportiva. Ya en 2018, se había aplicado una medida de 'tarifa plana' para los futbolistas, quienes declaraban un máximo de 100.000 euros anuales por el rendimiento de sus derechos de imagen fuera de Italia. Esta fue de una de las principales razones, de hecho, que permitieron que Cristiano Ronaldo fichara por la Juventus en el verano de 2018, procedente del Real Madrid.

Lautaro, delantero del Inter.

Lautaro, delantero del Inter. / Daniele Mascolo

Casualidad o no, la instauración de estas medidas ha permitido en los últimos años un resurgimiento de Inter y Milan. Cada uno de ellos ha ganado un Scudetto y el año pasado disputaron una de las semifinales de la Champions, con victoria 'nerazzurra'. Con Juventus y Roma en la Europa League y Fiorentina en la Conference, el fútbol italiano sumó cinco semifinalistas en competiciones europeas la misma temporada, un registro inédito.

En los últimos años, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, había denunciado la ventaja fiscal de campeonatos como el italiano. O, mejor escrito, la desventaja que tenían los equipos españoles al tener que competir contra este tipo de equipos (también los ingleses y franceses tienen normas gubernamentales 'ad hoc') sin que en España se incentivara la atracción de talento mediante la legislación impositiva.

La "inmoralidad" de la norma, defendida por un sector del gobierno de Meloni, en un contexto de dificultades económicas para la población general, ha acabado siendo el detonante de su erradicación. Al gozar de carácter inmediato, los clubes italianos afrontan el mercado de invierno bajo la nueva normativa, tirando por la borda cualquier trabajo de preparación realizado: el futbolista que antes costaba cinco millones en términos de sueldo ahora cuesta 10. Adiós a la Ley Beckham italiana.