El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) investiga sobre las nuevas aplicaciones de los materiales cerámicos de espesor reducido a través del proyecto Thinker que pretende «buscar y poner en valor nuevas ventajas de este tipo de baldosas, que pueden llegar a tener hasta 3 milímetros de espesor». En la fabricación de baldosas de espesor muy reducido, «disminuye sensiblemente el consumo de materias primas y energía para su fabricación, además de bajar su peso, con lo que estamos ante un producto mucho más sostenible. Además, la ligereza del material también supone una ventaja arquitectónica, pero también abre un campo mucho más amplio de aplicaciones diferentes a las habituales, tales como su uso como revestimiento de encimeras, mobiliario, fabricación de fregaderos, lavabos y duchas», apunta el instituto tecnológico castellonense. Thinker pretende identificar usos en los que puedan emplearse este tipo de baldosas, además de definir los requisitos técnicos necesarios en función del empleo previsto, ya sea el tradicional como pavimento y/o revestimiento, o ya sean las posibles nuevas aplicaciones. Posteriormente se llevará a cabo una caracterización exhaustiva de las baldosas finas para potenciar sus ventajas.