La Comunitat Valenciana ha destinado cerca de 16,5 millones de euros a convenios y acuerdos con las aerolíneas en los últimos cuatro años, según se desprende del informe realizado por la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), que apunta a Castilla y León (84,3 millones), Aragón (34 millones) , Galicia (22,7 millones) y Cantabria (20,6 millones), como las que más fondos públicos han destinado a estos acuerdos.

Los contratos, formalizados generalmente a través de convenios de colaboración entre las partes o como prestación de servicios de promoción y difusión publicitaria sólo sirven, según la CNC, para que las compañías aéreas beneficiarias —en la mayoría de las ocasiones de bajo coste— incrementen su número de viajeros, lo que no siempre significa un aumento del tráfico de pasajeros en los aeropuertos de las comunidades autónomas implicadas. El dinero, según la CNC, ha contribuido a «acentuar el proceso de desviación de las compañías tradicionales a las aerolíneas más baratas. El informe, además, destaca la relación existente entre los fondos recibidos y el tráfico de pasajeros por aerolínea. La influencia de estos fondos, señala la CNC, es tal que algunas compañías pequeñas solo operaron mientras recibieron las ayudas, algo que también se observó en las de bajo coste como Ryanair, Air Berlín, Wizz Air o Vueling.

Por compañías, la que más beneficiada ha salido entre 2007 y 2011 ha sido Air Nostrum, que ha firmado acuerdos en toda España por valor de cien millones, es decir, más de un tercio del dinero destinado a la «promoción turística» por las entidades locales y autonómicas —247,3 millones de euros—. Air Nostrum, la firma de los Serratosa, atraviesa actualmente un momento delicado, tras el anuncio de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de reducción de jornada que afectará a la mayor parte de sus 1.800 empleados, la paralización en tierra de 15 aviones de 50 plazas y la próxima supresión de rutas deficitarias a partir del verano.

Air Nostrum, que actualmente negocia un traslado de su base operativa de Manises a Bilbao, cobró entre 2008 y 2010, 15 millones de euros a través de la Agencia Valenciana de Turismo por la difusión de la marca «Comunitat Valenciana». Pese a que el nuevo acuerdo del Consell para promoción turística se lo llevó Ryanair por un importe de 1,77 millones, después de ofrecer una rebaja multimillonaria sobre el precio de salida del concurso (15,98 millones) y de protestar airadamente en varias ocasiones al entender que se favorecía a otras compañías, el Consell ha reconocido mantener contactos con la compañía de los Serratosa para buscar una fórmula que permita mantener la base de la aerolínea en Valencia, que pasaría por algún tipo de compensación económica.

Por lo que respecta a otras comunidades autónomas, llama la atención el dinero invertido en convenios con las aerolíneas en Castilla y León, que supera los 84,3 millones. Sus cuatro aeropuertos —Valladolid, León, Salamanca y Burgos— movieron 739.000 pasajeros en 2007, que a pesar de las subvenciones otorgadas, se han quedado en 118.000 en 2011. Hay situaciones llamativas, como el aeródromo de Burgos, en el que la ayuda recibida por las aerolíneas que operan allí ha llegado a ser en 2008 de 352 euros por pasajero, es decir, por encima del coste del propio billete. En el caso de Salamanca, la Junta ha llegado a pagar 150 euros por pasajero.

No menos llamativo es el caso del aeropuerto ya cerrado de Ciudad Real, en el que la Junta llegó a pagar una «subvención» de 90 euros por usuario, mientras que el de Badaj0z, que ha cerrado en enero tras suprimir sus vuelos Air Nostrum, la única compañía que operaba, las ayudas del Ejecutivo extremeño llegaron a los 42 euros por pasajero. En la Comunitat Valenciana esta cifra es mucho más contenida por sus elevados tráficos y la rebaja en el concurso forzada por Ryanair. En Manises, de los 0,839 euros por pasajero en 2009, se ha pasado a 0,088 en 2011.